Herramientas básicas 2


Comienza una nueva sección de nuestro blog

Por Silvia C. Enríquez

Luego de haber dedicado algún tiempo a definir mejor las comunidades de práctica, ha llegado el momento de profundizar en aspectos más concretos de las competencias digitales que los docentes necesitamos adquirir para poder adecuar nuestros conocimientos a la realidad actual.

Desde el nacimiento de Docentes en línea, nuestra visión sobre el uso de la tecnología en educación se centra en la noción de TAC (tecnologías del aprendizaje y el conocimiento), y en la convicción de que el empleo de tecnología en el aula sólo tiene sentido si produce un mejoramiento de la calidad de la enseñanza, proveyendo más o mejores maneras de enseñar. Esto implica que la selección de herramientas digitales para nuestras clases debe basarse en el conocimiento de sus empleos, para que podamos determinar cuáles cumplen con algún fin didáctico que justifique que además dediquemos tiempo a su aprendizaje.

Dicho de otro modo, (y como ya afirmáramos anteriormente) la introducción de tecnologías digitales en educación sólo tiene sentido si no distrae a docentes y alumnos del aprendizaje de los contenidos de la materia porque resta tiempo para desarrollarlos o añade complicaciones al proceso, sin contribuir a su calidad.

Esto es, en otras palabras, lo que afirman Mishra y Koehler al definir su modelo TPACK: éste se fundamenta en “la interrelación de tres formas primarias de conocimiento: contenido, (…) pedagogía (…) y tecnología”, pero lograr “una integración tecnológica efectiva para la pedagogía de un tema específico requiere el desarrollo de la sensibilidad hacia las relaciones dinámicas y transaccionales entre estos componentes del conocimiento.” Una serie de factores hacen que cada situación educativa sea única, y en consecuencia “no habrá una sola combinación de contenido, tecnología y pedagogía que se aplique a todos los docentes, todos los cursos o todas las visiones de la enseñanza.” [1]

TPCK

A la luz de estos principios, queda claro que deberemos adentrarnos en el conocimiento de las herramientas digitales para determinar cuáles nos ayudarán, en nuestro caso, en el proceso de enseñanza y aprendizaje, tanto de los docentes (en general todavía aprendices en estos temas) como de los alumnos.

Creemos que existen, sin embargo, algunas habilidades básicas que muchas personas necesitamos para aprender y trabajar, y que ésas son las TAC que primero deberíamos seleccionar y emplear. Por ello, damos comienzo en este blog a la sección “Herramientas básicas”, en la que publicaremos instructivos sobre el uso de algunos recursos digitales, dando prioridad a los que puedan emplear la mayor cantidad de docentes posible, y tratando de explicar su uso de manera que quede claro que no se trata de un aprendizaje demasiado complicado.

[1] La traducción es nuestra.


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