Consideraciones generales para favorecer la accesibilidad académica de estudiantes con discapacidad psicosocial en el Nivel Universitario

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Serie Consideraciones dialogadas Nro. 2

En la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) propiciamos que cualquier persona que desee estudiar pueda hacerlo, respondiendo así al Derecho a la Educación, sabiendo que algunas personas necesitarán más apoyos que otras y que esos apoyos quizás sean temporales o permanentes, pero no es eso lo que delimita la intervención desde el nivel superior.  
Es importante aclarar que estos apoyos estarán en íntima relación con la trayectoria académica del estudiante y con la elección de la carrera que esté transitando o desee iniciar. 
Pero, ¿De qué hablamos cuando hablamos de estudiantes con  condiciones psicosociales, dificultades en la constitución subjetiva o trastornos del desarrollo?, (entre otras formas de nombrarlo) Seguramente, las particularidades del estudiante ya fueron planteadas en término de algunas dificultades al transitar los niveles educativos anteriores y probablemente ese camino ya recorrido nos puede servir de gran ayuda.  Pero, aun así, necesitamos especificar algunas cuestiones que hacen a las especificidades de estos estudiantes.
Los diagnósticos médico psiquiátricos que aparecen asociados a estudiantes con estas características son aquellos vinculados al autismo y las psicosis (definidos en el manual de psiquiatría DSM 5 como: esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, TGD, autismo o Trastorno de espectro autista).  Cabe aclarar que el diagnóstico no es determinante para la formulación de los apoyos, y sí lo es la forma que tiene de relacionarse con el mundo y con los Otros. Esto será decisivo al momento de pensar y planificar estratégicamente los apoyos necesarios. Por supuesto que esto no puede pensarse en soledad, ni desde el marco de lo profesional y/o académico solamente, sino que es irrenunciable la construcción de los mismos con el estudiante en cuestión. El estudiante sabe de él, de sus posibilidades y necesidades subjetivas, seguramente  cuenta con estrategias que le permiten relacionarse mejor con el conocimiento, con sus compañeros/as y sus docentes. Y si nos las sabe, es con el o ella con quienes hay que trabajarlas. Desde el ámbito académico, debemos pensar cuales serían los recursos y/o estrategias disponibles o necesarios para acompañarlo en este nivel en relación a las necesidades de apoyo que cada estudiante presente.
Todo lo expuesto hasta aquí, nos interpela en nuestras prácticas docentes donde el punto de partida debe ser una mirada subjetivante que otorgue sentido y que habilite la condición de Sujeto/Estudiante, ya que en el relato muchos docentes refieren: “nunca tuve un estudiante así”, “no estoy preparado o preparada”,  más aún si entendemos que esta cuestión relacionada con el marco del Modelo Social de la Discapacidad nos implica directamente poniéndonos en el lugar del contexto que obstaculiza (nuestra subjetividad como barrera). Es cierto que no es tarea fácil ya que la presencia de estos estudiantes inquiere más sobre nuestra propia subjetividad que a lo propio del ejercicio profesional docente.
Considerando estos aspectos, se pueden plantear algunas sugerencias generales en lo que respecta a lo que podría resultar útil para la práctica docente cuando se presente un estudiante con estas características. Pero primeramente, creemos que es importante resaltar que la universidad, como institución académica, tiene un valor constituyente en sí mismo.  Resulta ser un espacio con pautas y normas propias donde se interactúa con otros pero que principalmente le otorga una condición de “Ser” estudiante. A su vez es proveedora de la dimensión de futuro y por ende da proyecto de vida.
Recordando que cada estudiante es distinto del otro y que a pesar de diagnósticos similares, las necesidades de apoyos son estrictamente individuales, se pueden plantear algunas sugerencias y/u orientaciones muy generales que deberán ser testeadas y elaboradas en conjunto con el estudiante en cuestión:
Una de las principales características es que suelen tener tiempos y rituales particulares que, si son considerados al momento de pensar las propuestas académicas, suelen darles tranquilidad y eliminan en gran medida situaciones disruptivas. Estos estudiantes suelen saber cuándo y con qué situaciones tienen dificultades y pueden generar respuestas alternativas para sobrellevar y o prevenir las mismas.y nuevamente aquí reiteramos, que si no las conoce, es con ellos y ellas con quienes tenemos que pensarlas, construirlas y acordarlas. Si indagamos sobre estas estrategias que son exclusivas de cada sujeto podremos anticipar situaciones complejas innecesarias.
La anticipación es un proceso que colabora positivamente sobre el estado emocional de los estudiantes con estas características. Habilitar la palabra para que esto sea dicho resultará ser una variable de alto impacto para el tránsito universitario. Respetar sus tiempos y rituales, contextualizar, explicar lo obvio de las dinámicas institucionales, entendiendo que la literalidad es el único camino que ellos tienen para relacionarse con lo discursivo. 
Retomando esto último les resulta muy difícil entender metáforas, chistes y todo tipo de construcción lingüística que exija interpretación más allá de lo dicho, por otro lado, suelen tener fijaciones y estereotipias que también se manifiestan en el ámbito del lenguaje apareciendo a veces como episodios de monólogos sin sentido. Es importante en relación a ello, retomar el vínculo con la mirada y la palabra del adulto con la intención de reiniciar el diálogo no forzando sino más bien acompañando. Aunque en algunas oportunidades puede ser que no sostenga la mirada, no debe significar un obstáculo para sostener el diálogo, en varias oportunidades estudiantes han estado en clase con sus auriculares puestos,  ya sea para disminuir el ruido externo o para encontrar un recurso que les permita permanecer en ese espacio / contexto más tranquilo.
Estas dificultades pueden traer problemas agregados al momento de evaluar los conocimientos, pero no porque presenten necesariamente cuestiones intelectuales asociadas, sino por las imposibilidades para crear y/o sostener  vínculos que parecerían indispensables para que circule el conocimiento en la vida universitaria.
Es importante entonces, convocar al estudiante,  encontrar formas donde se puedan establecer acuerdos, hablarle, respetar sus tiempos de acercamiento físico, emocional, y de producción académica. Utilizando, en lo posible, frases cortas, que no requieran mucha complejidad organizativa para sus respuestas. Es probable que la organización discursiva tenga otras formas y/o tiempos.
Si se trabaja en grupos, se puede facilitar el vínculo con Otros pero no imponerlo, es también otra manera de respetar sus posibilidades. Es probable, si logra vincularse con alguien, que este Otro resulte ser un referente saludable para acompañar el tránsito por la universidad. La figura del Tutor Par, es una alternativa posible, la cual deberá ser acordada con la/el estudiante. También sería importante que se acuerde que alguien sea el referente con el cual  mantenga el contacto (ya sea docente, ayudante, etc.), por correo electrónico, whatsapp, o la forma que evalúen como más pertinente y efectiva y ese sea el intermediario comunicacional por el cual se va a vehicularizar lo que sea necesario  transmitir o solo receptor de relatos.  
Entendemos que no es tarea fácil, pero la dificultad no puede devenir en  postergación, más aún si entendemos que estos estudiantes universitarios además de encontrar un proyecto profesional, encuentran en la universidad pública la posibilidad de un SER posible de estar en el mundo. 
En una oportunidad, una estudiante elaboró un material sobre : ¿Que debe saber un docente en relación a mis particularidades?. Desde este enlace se puede acceder al material: http://bit.ly/39552CK 
Bibliografía:
  
Películas/Series recomendadas:


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Dirección de Inclusión, Discapacidad y Derechos Humanos. Prosecretaría de Derechos Humanos. Universidad Nacional de La Plata.Formas de contacto:

 

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