¿Como buscar y usar información científica?

Esta nota está enfocada a un tema que suele ser un problema en nuestra época y es como acceder a la INFORMACIÓN, pero no se trata de un problema de accesibilidad, porque la información nos inunda diariamente debido a la gran producción existente. Es que esto es como una inundación, los niveles crecen día a día y la tecnología que nos trae la información a nuestros equipos: Computadoras personales, tabletas, teléfonos inteligentes, etc. al punto de volverse un problema de INFOXICACIÓN.

El problema es cómo encontrar, entre tanta información, la más adecuada, la más relevante, justo la que se necesita, sin conformarnos con lo primero o lo segundo que nos aparece, con lo más inmediato, cómodo o barato, aunque no valga la pena.

Los alumnos que se encuentran hoy cursando sus Prácticas Profesionales y que tienen que elaborar trabajos de campo están necesitados y urgidos por comenzar con esta selección de materiales que servirán para documentar las soluciones a los problemas detectados en el ejercicio profesional cotidiano.

Ha llegado el día de poner en práctica como profesional todo el conocimiento científico aprendido durante estos últimos años de estudio y, llegar a contribuir al mismo personalmente, a través de la investigación.

Hay que tener en cuenta, tal como lo planteamos en clase, que la tecnología las formas de trabajo, de organización y de comportamiento cambian continuamente. Y que convendrá también salir de la universidad con una preparación que facilite en el futuro continuar aprendiendo de forma constante, para renovar las competencias adquiridas.

Frente a esto tenemos dos líneas de abordaje: por un lado, las tecnológicas, a través de herramientas de búsqueda, que nos permitan “filtrar” y agrupar la información en áreas o tópicos que son de nuestro interés. Y por otro lado las intelectuales, desarrollo de una facultad de “análisis crítico” de la información, para examinar, evaluar las fuentes de información, los documentos, y cualquier contenido comunicativo sobre el tema que estamos abordando.

Cuando un estudiante actual egrese de la universidad, habrá de seguir poniéndose al día. No todo se soluciona con cursos y cursillos. Hay cuestiones del día a día sobre las que ir manteniéndote informado y que son las que marcan la diferencia.

Eso es más fácil, si se está preparado para ello desde la carrera, porque hay familiarización con las fuentes de información científica de la rama de conocimiento a la que se dedicará: herramientas de búsqueda, proveedores y editores de información, grandes recursos y portales, sistemas de alerta, etc. Medios con los que encontrar también soluciones no triviales de manera eficiente. O de lo contrario se estará en desventaja en un contexto que se puede volver hostil, si se permanece en la ignorancia.

Para lograr una actividad eficiente en este punto hay que empezar a pensar en gestionar el conocimiento para lograr optimizar tres competencias, referidas a la información:

Encontrarla:

Planear las búsquedas, preparar y seguir estrategias de búsqueda eficaces, reconocer cómo se produce y suministra la información, manejar diferentes herramientas de búsqueda, conseguir las referencias y documentos que se necesitan, acceder a los contenidos de pago, etc.

Debemos entonces, realizar una selección de las fuentes ya que en Internet hay, en lo concerniente al mundo del medicamento, centenares, si no miles, de fuentes de información que pueden ser útiles. No podemos llegar a todo, ni siquiera pretenderlo. Pero sí hemos de aspirar a que no se nos escape lo relevante, bebiendo siempre de fuentes fiables, que pueden ser revistas, instituciones, organismos… o personas.

Para ello, dirigiéndonos en todo momento al usuario novel, nuestra recomendación es elegir aquéllas de reconocido prestigio por su transparencia, rigor e independencia. Tres características fundamentales en toda fuente digna de confianza.

Evaluarla:

Discriminar qué es lo que vale y lo que no vale, distinguir las clases de información, analizar críticamente qué fuentes de información son fiables y autorizadas, seleccionar herramientas y documentos apropiados y útiles, etc.

Llegados aquí debemos dedicarnos a la recolección y filtración de contenidos, porque ya no es recomendable utilizar los ineficientes bookmarks o favoritos, que nos obligan a peinar a diario las webs en busca de novedades.

Más adecuado resulta utilizar un lector de feeds, de los que hay una gran oferta, ya que permiten organizar las fuentes a nuestro antojo, automatizar la recolección de información, etiquetarla, compartirla y recuperarla cuando sea necesario.

Utilizarla:

Usar la información de forma eficiente, legítima y creativa, procesar la documentación reunida, gestionar referencias bibliográficas, redactar citas y referencias en textos propios, presentar y dar forma a trabajos académicos, etc.

Claro que para hacer uso de la información debemos realizar un almacenamiento inteligente porque es un error común es crear en el escritorio una carpeta en la que vamos guardando los archivos, generalmente en formato PDF, con las publicaciones que nos interesan. Toda una garantía de que no volveremos a mirarlos nunca.

Para que la información localizada, procedente de nuestras fuentes y que hemos considerado relevante, cumpla su cometido (aumentar nuestro conocimiento sobre un determinado tema) es importante organizarla de forma útil, esto es, de rápido acceso y fácilmente recuperable. Tal vez allí deberemos recalar en Evernote una de las herramienta eficaces para este tipo de actividad.

Como modo de obtener una metodología ordenada para abordar este tema tan vasto y espinoso es que les sugerimos adentrarse en esta Guía para estudiantes universitarios que trata sobre ¿Como buscar y usar información científica? (Descargar el texto completo).

Esta Guía contiene abordajes sobre:

  • Cómo seleccionar la información que encuentras en la Web.
  • Cómo encontrar más y mejor información.
  • Cómo aprovechar la biblioteca universitaria.
  • Cómo usar documentos científicos.
  • Cómo buscar documentos sobre un tema.
  • Cómo elegir herramientas de búsqueda.
  • Cómo usar la información de forma eficaz y legítima.
  • Cómo trabajar con la información reunida.
  • Cómo citar y referenciar los documentos.
  • Cómo presentar trabajos académicos

Esta guía está realizada teniendo en cuenta la realidad universitaria española, pero no podemos dejar de apreciar la estructura de análisis y abordaje que tiene sobre esta temática, por lo cual vemos que puede, contribuir a planificar una búsqueda estratégica y optimizar el tiempo, al desarrollar un método de abordaje dentro del contexto de generación de conocimiento científico relacionado con el ejercicio profesional farmacéutico.

Sabemos que nada se puede extrapolar en forma directa pero podemos diseñar nuestro propio método de trabajo para gestionar la información utilizando esta guía.

DIALOGO ABIERTO:

¿Cómo gestionas la información que necesitas para tu ejercicio profesional?

 

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