Farmacia hospitalaria y COVID-19: nuevas estrategias en un Sistema In-tegrado de Salud Pública

Autores: Maistruarena, A; Favre, C; Palacio, F.
Unidad de Farmacia Hospital Ramón Santamarina
Unidad de Adquisición, Almacenamiento y Distribución de medicamentos
Sistema Integrado de Salud Pública – Tandil

Introducción

El SISP está formado por 3 hospitales y 20 Centros de Salud y Atención Comunitaria (CESAC). Las camas de críticos aumentaron un 55% y se descentralizó la dispensa de medicación. Esto impactó en la organización de Farmacia y la Unidad Municipal de Adquisición Almacenamiento y Distribución de Medicamentos (UMAAD).

Objetivos

Relatar la situación vivida desde la declaración de la emergencia sanitaria en 2 unidades a cargo de profesionales farmacéuticos.

Desarrollo

Establecimos la dispensa de medicación por domicilio declarado. Para el radio urbano iniciamos la asistencia telefónica. Para los CESAC cada uno enviaba las recetas, que se preparaban y eran distribuidas. Preparamos una media de 60 recetas/día. En 3 meses registramos 104 intervenciones con 60% de aceptación. El 69% fue de indicación/posología. A mediados de 2020 iniciamos la prescripción electrónica.

La creación de unidades críticas llevó a la validación farmacéutica de las indicaciones médicas. Trabajamos en adecuación de tratamientos y búsqueda de estrategias costo-efectivas en conjunto. Los faltantes de la industria obligaron a buscar nuevos proveedores y a llevar un seguimiento semanal de consumos y existencias en UMAAD, para detectar a tiempo variaciones en insumos críticos.

Discusión

La utilización de sistemas electrónicos de prescripción al día de hoy se mantiene. La atención remota se denomina Telefarmacia y se mantuvo durante 2020.

Es fundamental el trabajo interdisciplinario para abastecer al sistema. Demuestra la transversalidad de la farmacia hospitalaria dentro de una institución, y se condice con las situaciones vividas en otros servicios de farmacia del mundo. Que el municipio cuente con su propia droguería agiliza y facilita la correcta adquisición y uso racional de insumos.

Nota: El presente trabajo fue presentado en el XXII Congreso Argentino de Farmacia Hospitalaria de la Asociación Argentina de Farmacéuticos de Hospital en el año 2021 y en el Congreso Provincial de Salud de Provincia de Buenos Aires en 2022.

Seguimiento Farmacoterapéutico en Argentina: experiencia en farmacia comunitaria

“Primum non nocere”.
Hipócrates de Cos, 460 – 377 a.C.

El Seguimiento Farmacoterapéutico es parte de la Atención Farmacéutica, concepto que involucra al farmacéutico como responsable del tratamiento farmacológico del paciente y como una parte fundamental en la satisfacción de sus necesidades.

Lo que en ciertas ocasiones interfiere con la evolución deseada es la falta de información y seguimiento recibida por parte del profesional prescriptor. Esto suele ocurrir principalmente (aunque no siempre) entre los adultos mayores polimedicados debido a la dificultad para acordar una cita con el médico y a las demás adversidades planteadas en mi anterior nota, publicada en este blog, “Atención Farmacéutica: ¿Hacia dónde vamos?”.

Estas problemáticas quedan expuestas en la farmacia oficinal, en el momento en que el paciente concurre a retirar su medicación. Partiendo de esta situación, el farmacéutico es capaz de intervenir y accionar brindando apoyo asistencial, lo que le da otro carácter a la farmacia de la comunidad.

Por un lado, puede actuar en el momento de la dispensa, brindando información acerca de la acción del fármaco que está siendo solicitado, de su posología, efectos indeseables, interacciones, etc., así como también en la resolución de cualquier inquietud que se presente (incluso si no se solicita la ayuda expresamente). La educación sanitaria es, también en este aspecto, sumamente importante ya que son estas acciones cotidianas las que finalmente facilitan el acercamiento y logran afianzar el vínculo.

Otro punto de intervención se da en aquellos casos en los que el paciente expresa tener algún problema relacionado con los medicamentos (PRM), requiere de un seguimiento más exhaustivo o de mayor confidencialidad, o cuando no se cuenta con el tiempo suficiente para brindar información desde el mostrador. En estos casos, se puede acordar una entrevista personalizada con el objetivo de detectar, prevenir y resolver los PRM mediante un proceso de asistencia al paciente. Éste involucra una serie de pasos en los que se recopila información para llegar a una resolución.

Si bien la experiencia de dos meses fue llevada a cabo en una farmacia de barrio, donde existe una mayor cercanía y relación farmacéutico-paciente, así como también un mayor porcentaje de pacientes fieles, rápidamente se generó un fenómeno de difusión de boca en boca que terminó involucrando a pacientes no habituales de la farmacia. En otras palabras, personas que no concurren a retirar su medicación al establecimiento, pero que se acercaron, atraídos por la novedosa prestación, buscando satisfacer una necesidad no satisfecha.

En el marco de distanciamiento social, las entrevistas se realizaron mediante comu-nicación telefónica. En primer lugar, se realizó un análisis de situación y se elaboró el perfil farmacoterapéutico de cada persona, se evaluaron el grado de cumplimiento y la incidencia de los hábitos de vida en el tratamiento farmacológico. Los datos recolectados se volcaron en una ficha confeccionada para este fin, que incluía nombre, edad, sexo, ocupación, antecedentes familiares, reacciones adversas a medicamentos/alergias/intolerancias y otros factores de interés que pudieran incidir sobre el estado de salud del paciente o sobre su tratamiento (datos sobre el peso, operaciones, enfermedades crónicas, función renal, función hepática, etc.).

Posteriormente, y habiendo finalizado la entrevista, se evaluaron el perfil farmaco-terapéutico, los efectos indeseables de cada uno de los medicamentos en las dosis administradas y sus posibles interacciones. También se estudió la posibilidad de que existiera una pérdida de efectividad.

Después del análisis individual de cada uno de los casos clínicos recopilados se llegó a una resolución que se informó mediante una segunda comunicación en la que además se establecieron las pautas para alcanzar los objetivos terapéuticos, resolver los problemas existentes y prevenirlos en un futuro. Finalmente, se realizó una evaluación del seguimiento en la que se registró la evolución del paciente y su progresión hacia la consecución de sus objetivos.

En cada caso, la intervención fue diferente. En ocasiones, se recomendó la visita al médico para que evalúe el inicio de un nuevo tratamiento, un ajuste de dosis o la suspensión de una determinada medicación, entre otras medidas pertinentes. Otras recomendaciones incluyeron mejorar la organización de la toma de la medicación y realizar una notificación de los efectos adversos presentados a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) a través de un reporte de Farmacovigilancia.

Se consideraron resueltos aquellos casos en los que las medidas informadas a través de la intervención fueron efectivas en la eliminación/reducción de los problemas existentes y sus riesgos.

Si bien requiere tiempo estudiar un número considerable de pacientes, en más de la mitad de los casos analizados se observó una evolución del paciente hacia los objetivos terapéuticos planteados al inicio del estudio. Por esta razón, la asistencia farmacéutica personalizada resultaría efectiva en la reducción de los PRM asociados a los tratamientos farmacológicos.

La principal dificultad presentada con respecto al diseño de la investigación es que no se puede asegurar que los cambios apreciados sean debidos a la propia intervención o a otros factores no controlados. Éstos podrían ser respuestas inducidas por el conocimiento de los participantes que saben que están siendo estudiados, causas de la mejoría observada no derivadas de la intervención, otras intervenciones, entre otros.

Sin embargo, resulta curioso y de gran interés el incremento de potencial asistencial que se observó a lo largo de los meses, a pesar de haberse registrado una pequeña tasa de abandonos. No obstante, aún más llamativo resulta el hecho de que ésta fue superada por la tasa de pacientes solicitantes del nuevo servicio.

En un principio, la clave está en animarse a ofrecerlo, fundamentalmente acercándonos desde la escucha activa y el establecimiento de un intercambio, independien-temente de la demanda. Se sorprenderán al ver el impacto que genera.

Por otro lado, estos resultados invitan a continuar incursionando en este terreno que, prácticamente, no ha sido muy explorado en nuestra región e instan a perpetuar tanto el trabajo como la investigación, no sólo como farmacéuticos sino también en colaboración con otros colegas sanitarios con los que nos une el arte de curar y de abogar por la salud y por la vida; fundamentalmente, desde el principio de primero no dañar.

APS en pandemia ¿freno o despegue?

Autora: Abril Maistruarena

“¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”

Vincent Van Gogh

Con la declaración de la emergencia sanitaria el 12 de marzo de 2020 todos vimos nuestros ámbitos laborales modificarse categóricamente. En lo que a salud respecta hubo sectores que tuvieron que fortalecer la presencialidad y otros que pasaron a lo virtual. Este pase a la virtualidad debió darse sin desmedro de la calidad de la atención, y los servicios farmacéuticos no podían quedar excluidos.

En muchos lugares del mundo, la atención farmacéutica se reinventó hacia la Telefarmacia y la dispensa a distancia, soportada por estrategias de envío a domicilio o cercanías.

Según la American Society of Health-System Pharmacists, la Telefarmacia es la estrategia utilizada en las farmacias en las cuales el profesional utiliza tecnologías de la comunicación para supervisar aspectos operativos o proveer servicios al paciente. Desde revisión de terapéuticas, información de medicamentos hasta decisiones de soporte y consejería para el paciente. Si bien esta definición puede parecer amplia y vaga, llevada a la práctica resulta bastante intuitivo el hacer. Está claro que las tecnologías que pueda proponer una sociedad americana pueden estar muy alejadas de la realidad argentina, ya sea en las capitales como en el interior, y especialmente en el ámbito público.

En la ciudad de Tandil, el sistema de salud está formado por un Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), y dos efectores privados. Dentro del SISP, durante el primer año de pandemia fueron 4 profesionales farmacéuticas al frente de diferentes servicios, trabajando para llevar adelante los mismos con todos los cambios que implicaba una situación de pandemia. En lo que a atención primaria de la salud respecta, el hospital tomó la decisión de descentralizar la dispensa de medicación de los pacientes ambulatorios, que se estaba realizando sobre todo desde la farmacia del Hospital, con apoyo de botiquines de Remediar en los efectores periféricos, es decir los Centros de Atención Primaria de la Salud.

Esta descentralización, implicó que las personas ya no se acercaran a la farmacia del hospital sino que tuvieran su tratamiento disponible en los diferentes centros de salud de la ciudad (alrededor de 20), y en algunos casos de pacientes de muy alto riesgo directamente en sus casas.

Ahora, es muy fácil decirlo. Pero ¿cómo se logra que un paciente a 5, 10 km de la farmacia (incluso más) reciba el tratamiento que le corresponde, con la menor posibilidad de error, sin acudir a la farmacia? Telefarmacia. Otra vez, muy fácil decirlo. En el momento no sabíamos que lo que estábamos haciendo tenía un nombre.

En principio, la descentralización se inició recibiendo las recetas digitales, esto es, enviadas por mail. Paciente, Historia clínica, medicación. Cada receta era preparada y etiquetada con todos los datos para su posterior distribución a los efectores. Con 20 centros de salud y más de 120 mil habitantes, de los cuales 30% no tiene cobertura de obra social y/o prepaga, es rápida la cuenta para saber que la afluencia de pacientes a la farmacia es grande para poder cubrir casi toda la demanda por vía digital. Es por eso que fue necesario pasar a la receta electrónica, es decir vía historia clínica electrónica la receta se cargaba en sistema por el prescriptor, siendo posible su preparación y validación desde farmacia. Similar a lo que ocurre con el PAMI (INSSJP).

Esta validación digital en un principio, electrónica meses después, nos llevó a establecer una estrecha comunicación con los equipos de salud de los centros en los barrios. Pero también en ocasiones a comunicarnos con los pacientes directamente. Por teléfono, por mail, por whatsapp, todos los canales resultaron de ayuda en diferentes instancias. Fue así que en muchos casos hubo profesionales de la salud que conocieron la actividad de un farmacéutico clínico por primera vez. En la mayoría de los casos siendo bien recibidas las inquietudes, sugerencias y comunicaciones, en otros teniendo que trabajar sobre la relación de equipo y los objetivos buscados.

Hubo pacientes de muy alto riesgo (inmunodeprimidos por cualquier causa, diferentes enfermedades de base, falta de movilidad propia) que ingresaron en el programa de dispensa a domicilio. Allí era responsabilidad del mismo paciente comunicarse con nuestro servicio con el tiempo suficiente de solicitar la gestión de su receta al prescriptor correspondiente y el envío de la medicación. Estos pacientes se volvieron asiduos en el teléfono, llegando a reconocernos por la voz, a alegrarse cuando nos reencontrábamos al mes siguiente en el llamado, a enviarnos chocolates en agradecimiento. Este programa fue posible ya que hubo prescriptores que se encargaron de realizar las recetas electrónicas desde su casa, generalmente, ya que en su mayoría se trató de personal que se encontraba dispensado por ser de riesgo, pero que siguió colaborando con el sistema desde su hogar. Además la Cruz Roja colaboró con sus voluntarios para hacer los envíos a los domicilios, generalmente en horarios por la tarde y al terminar sus jornadas laborales.

Es así que aprendimos habilidades comunicacionales a distancia, a trabajar aún sin conocernos las caras y a ser un equipo aún desde la virtualidad. La pandemia nos enseñó a este equipo de farmacéuticas que siempre es posible innovar y reinventarse, aún en condiciones poco amigables, para que el paciente reciba el mejor servicio farmacéutico posible. Además el crecimiento se dio hacia adentro del SISP, aumentando la confianza de los directivos en los servicios y en la calidad profesional.

En nuestra ciudad la Atención Primaria de la Salud se vio “favorecida” por la pandemia: el camino iniciado en el 2020 derivó en la creación de un cargo de farmacéutico exclusivamente para el área desde el 2021. Es que cuando un servicio se ofrece, una demanda se genera y el equipo de salud valora la presencia de un nuevo profesional.

Nota sobre la autora: Farmacéutica que desempeña su actividad en la ciudad de Tandil y colaboradora de la cátedra de Practicas Farmacéuticas de la Carrera de Farmacia. Facultad de Ciencias Exactas. Universidad Nacional de La Plata.

Atención Farmacéutica: ¿Hacia dónde vamos?

Por: Angelique Gianivelle Bigeón

A lo largo de nuestra carrera de grado y profesional, los farmacéuticos adquirimos conocimientos y aptitudes (tanto teóricos como prácticos) que nos califican para el desarrollo de un ejercicio de nivel y calidad. Como conocedores de los medicamentos, desde su etapa de investigación y desarrollo hasta su post comercialización, estamos capacitados para la resolución de cualquier inquietud que presenten los pacientes al respecto de su terapéutica. Por ejemplo, contamos con conocimientos relativos a todas las áreas de desarrollo profesional (farmacia industrial, hospitalaria, comunitaria, investigación y docencia) y con la ventaja de adquirir experiencia práctica a través de las Prácticas Farmacéuticas.

En el contexto actual, existe la necesidad de realizar un cambio de paradigma. El enfoque debe centrarse en las necesidades del paciente antes que en el medicamento como producto comercial, tal y como lo plantea el desarrollo de la Farmacia Clínica. El farmacéutico posee, por lo mencionado anteriormente, autoridad para involucrarse en el camino del paciente hacia el logro de su mayor bienestar posible, convirtiéndose en su guía. De hecho, es nuestra responsabilidad intervenir, informando, previniendo y solucionando los posibles problemas relacionados a los medicamentos (PRM) que puedan surgir en el marco de una terapia farmacológica. De esto se trata la Atención Farmacéutica. Ejerciéndola, no sólo nos acercarnos a la comunidad y afianzamos nuestro rol como profesionales de la salud, sino que también fomentamos el trabajo interdisciplinario con otros profesionales (médicos, odontólogos, técnicos y enfermeros).

Desde esta perspectiva, se han elaborado estrategias a partir de la farmacia comunitaria. Alrededor los años ’90, se han llevado a cabo en Europa algunos estudios de intervención farmacéutica con el objetivo de probar su efecto en determinadas situaciones. Particularmente, en Holanda se trabajó con pacientes ancianos polimedicados, trabajo que fue descrito por Foppe van Mil, farmacéutico e investigador neerlandés, líder global en Atención Farmacéutica, en su tesis doctoral.

Tomando estos trabajos como referencia a nivel mundial, y en una coyuntura de acceso limitado a la atención médica (debido, en parte a la situación de pandemia mundial que hemos atravesado durante el año 2020, y en parte a las dificultades que se presentan a la hora de obtener una cita y a la situación socioeconómica del país), resulta de interés el ofrecimiento de este servicio como un medio de afianzar la relación con los pacientes y la mirada de la farmacia oficinal (y, por ende, del farmacéutico) como una fuente confiable de información. Otorgar el carácter asistencial a nuestro lugar de trabajo debe ser nuestro norte para los años venideros.

La posibilidad de ejercer estas tareas existe, sólo es necesario hacerse el tiempo para realizarlas, ganarse la confianza del paciente a través de nuestros saberes y ofrecerles la ayuda necesaria para la consecución de sus objetivos mediante un seguimiento farmacoterapéutico efectivo.

Éste se puede realizar a través de un análisis situacional y entrevistas personalizadas, que involucren la elaboración y la evaluación de un perfil farmacoterapéutico, de los efectos indeseables de cada uno de los medicamentos en las dosis administradas y de sus posibles interacciones. También el estudio de la posibilidad de la existencia de una pérdida de efectividad y la detección e identificación de los PRM y de los problemas relacionados con los hábitos (PRH).

Después de realizar un análisis individual de cada uno de los casos clínicos, se informa una resolución a cada paciente mediante una segunda comunicación en la que también se establecen las pautas para alcanzar los objetivos terapéuticos, resolver los problemas existentes y prevenirlos en un futuro. Finalmente, se realiza la evaluación del seguimiento, registrando la evolución del paciente y su progresión hacia el logro de sus objetivos.

Tenemos las herramientas tanto intelectuales como tecnológicas para llevar a cabo esta tarea, y la posibilidad de acercarnos a todo aquel que solicite todos los servicios que podemos brindarles. Las nuevas oportunidades son una realidad y es posible navegar en ellas con un buen viento a favor. La clave está en observar, escuchar y accionar. Es momento de imbuirnos en este desafío y tomar las riendas con miras hacia el futuro que ya nos está alcanzando.

Nota sobre la autora: Estudiante del último año de la Carrera de Farmacia. Facultad de Ciencias Exactas. Universidad Nacional de La Plata.

¿Qué hacemos los farmacéuticos frente a las enfermedades silenciadas?

Por: Andrea Massa

Respecto de la problemática de enfermedades raras, olvidadas, silenciadas, los farmacéuticos de hospital estamos sumamente familiarizados y una de nuestras funciones en las áreas de elaboración de los Servicios de farmacia de los hospitales es precisamente ésta: encontrar una posible solución y dar una respuesta para que el paciente reciba la terapéutica que necesita, dentro de un marco de Buenas Prácticas de elaboración de medicamentos magistrales, atendiendo a un diseño galénico que tendrá en cuenta entre otras cosas el comportamiento fisicoquímico de todos los componentes, la expresión correcta de las dosis, las incompatibilidades e interacciones con envase, etc.

La preparación forma parte de una de las responsabilidades más antiguas de los farmacéuticos, para algunos el corazón mismo de la profesión y si bien sabemos que existen un gran número de medicamentos que son comercializados, en muchos casos nos encontramos con que dichas especialidades medicinales pueden no ser aptas para el paciente. Posibles causas de esto son la patología del paciente (pacientes con sonda naso gástrica o naso yeyunal con vía oral no funcionante), su edad (principalmente pacientes neonatos y pediátricos) quienes tienen la particularidad de la dosificación en mg/kg (en cantidades mucho menores que las comercializadas y con una terapéutica que será en una dosis variable a medida que el paciente crece) y la imposibilidad utilizar formas farmacéuticas sólidas orales. Nos encontramos también con situaciones en las que no existe especialidad medicinal, ya que es imposible formular los principios activos a escala industrial por su mala estabilidad, aunque sí es posible preparar formulaciones extemporáneas.

En todos estos casos hablamos de Formulaciones Huérfanas, que se definen como aquellas cuya dosis, forma farmacéutica o composición no se encuentra disponible en forma comercial como especialidad medicinal.

Ya en la formación de grado toda esta temática se aborda desde la Farmacotecnia, que nos permite encarar el acto de formulación realizando una búsqueda bibliográfica acerca de las características del principio activo, compatibilidad con excipientes, cuáles son aquellos que lo van a acompañar en la fórmula, características como pH necesario, solubilidad, estabilidad, etc. No es casual que uno de los primeros trayectos formativos que tenemos en la Residencia de Farmacia Hospitalaria es el de Formas Farmacéuticas no estériles, pero ya desde un abordaje que tiene que ver con la terapéutica para ese paciente que no puede acceder de otra manera a ella, por ejemplo un paciente que padece una enfermedad de muy baja prevalencia (en Argentina menor a 1/2000) y para el cual la industria es reacia a la inversión por su escasa rentabilidad y alto costo de investigación y comercialización o bien puede tocarnos hacer frente a situaciones de desabastecimiento o retirada de mercado de medicamentos fabricados.

Podemos intervenir cuando la solución está a nuestro alcance, a través de la reformulación de especialidades estando éstas disponibles. Si no es posible, el Estado a través de la de la compra por uso compasivo autoriza la importación bajo condiciones especiales, de la medicación para esos pacientes a través de la Disposición 4622/12. La Producción Pública de medicamentos (Ley 26688) y sus reglamentaciones) es un compromiso que asume el Estado a fin de garantizar el acceso a la salud de sus ciudadanos.

Datos de la autora: Farm. Andrea Massa. Responsable Sector elaboración HIGA San Roque Gonnet. Referente disciplinar Comisión de Gestión de Residencias Escuela de Salud “Floreal Ferrara” Ministerio de Salud Provincia  de Buenos Aires.

Uso racional de la Hidroxicloroquina

Nota: En función de la pertinencia de la información y la importancia de la información decidimos reproducir la siguiente nota elaborada por el Centro de Información de Medicamentos del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires y publicada a través de un Boletín Especial el día 30/03/20.

Nota publicada

Debido a las consultas que hemos recibido al CIMF sobre el uso de Hidroxicloroquina, transcribimos el comunicado de la RACIM (Red Argentina de Centros de Información de Medicamentos)

DISPONIBILIDAD DE MEDICAMENTOS: LLAMADO A LA SOLIDARIDAD

La RACIM hace un llamado a la toma de conciencia por parte de los profesionales que prescriben y dispensan medicamentos y a la población en general, sobre la necesidad de reservar la hidroxicloroquina para pacientes con enfermedades crónicas y de alto riesgo, que ya están bajo tratamiento con este fármaco. La hidroxicloroquina se utiliza en patologías como el lupus, artritis reumatoidea, trombofilia en embarazadas, entre otras, para las cuales está indicada con evidencia de buena relación eficacia-seguridad.

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Guía: Recomendaciones y herramientas para trabajar en remoto

Justo en estos días en que está de moda pedir que se “trabaje desde la casa”, que se “trabaje en remoto” y demás expresiones similares nos encontramos en el blog de Vilma Núñez esta nota que reblogueamos.

Y decidimos hacerlo porque toca dos aspectos, el primero el de las recomendaciones sobre las acciones, punto importante para quien debe de la noche a la mañana cambiar su modalidad de enfrentar el trabajo diario. Y el segundo referido a que herramientas usar, y que teniendo en cuenta el impacto tecnológico, están a nuestro alrededor y no solo para el trabajo en remoto sino para nuestro trabajo cotidiano.

¡¡Pasen y lean!!

RECOMENDACIONES

¡Dúchate y vístete!

Te parecerá algo muy obvio, pero de verdad que no lo es. Una vez que llevas tiempo trabajando desde casa te relajas y caes en la dinámica de ponerte delante del ordenador en pijama, tal y como te has levantado de cama. Es importante que tengas un horario y sigas una rutina, cuando te suene el despertador, dúchate y vístete como si fueses a irte a la oficina.

Trabajando en ropa cómoda o en pijama no tendrás la sensación de activar tu mente y tu cuerpo para ponerte a trabajar.

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Beneficios del Servicio de Adherencia Terapéutica desde las farmacias

El programa AdherenciaMED confirma el coste – efectividad del Servicio de Adherencia Terapéutica desde las farmacias, con resultados muy positivos en términos de salud y economía.

La prestación del Servicio de Adherencia Terapéutica desde las farmacias permite elevar en un 30% el porcentaje de pacientes adherentes a los tratamientos farmacológicos y aumentar la calidad de vida del paciente en 5 puntos. Estos son algunos resultados de AdherenciaMED, un programa de investigación del Consejo General de Farmacéuticos, con la colaboración científica de la Universidades de Granada y Tecnológica Sídney, y el apoyo de Laboratorios CINFA.

El objetivo del programa fue diseñar el Servicio de Adherencia Terapéutica, evaluar su impacto en pacientes en tratamiento para la hipertensión arterial, asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), y posteriormente, trabajar en su implantación.

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¿Qué es el Seguimiento Fármaco Terapéutico (SFT)?

Mucho se habla en los claustros docentes de las Universidades de Farmacia sobre el Seguimiento Farmacoterapéutico (SFT), su metodología de trabajo, sus objetivos y esencialmente lo que significa este tipo de servicio para todos los pacientes. Por lo tanto es muy normal que los farmacéuticos recién graduados egresen de dichas universidades con los conceptos claros sobre esta práctica profesional.

Pero si preguntáramos sobre él, en los pacientes atendidos dentro de nuestras far-macias oficinales, tal vez encontremos muy pocos que puedan explicar que se trata de una prestación que se comienza a ofrecer pero que no está lo suficientemente difundida.

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Las redes sociales en el ejercicio de la farmacia

La incorporación tecnológica es uno de los factores que presenta una fuerte influencia sobre el ejercicio profesional farmacéutico y en la relación con nuestros pacientes es necesario apuntar a cambiar nuestro paradigma de brindar información de forma pasiva a brindar información sobre el medicamento y la terapéutica en forma activa.

Esto lleva a que pacientes más informados requieren prestaciones diferentes a las tradicionales y también que nos preparemos para los pacientes futuros, no solamente para los que tenemos ahora.

Al día de hoy no hay la menor duda de que Internet, y en concreto de las redes sociales sirven como un canal adecuado para ampliar el ámbito de actuación de la farmacia, en particular en la proyección de la propia oficina de farmacia como un centro sanitario, como espacio de salud, cercano a la población e incorporando con-ceptos como la prevención y el seguimiento.

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