El concepto de «Una sola salud», surgió de la consideración de las grandes oportunidades ligadas a la protección de la Salud Pública por medio de políticas de prevención y control de patógenos en las poblaciones animales en la interfaz entre el hombre, el animal y el medio ambiente. Ya existen bases de datos que proveen información sobre los huéspedes de los patógenos y su interacción con las diferentes especies. El 60 % de los patógenos capaces de atacar al hombre y de causar zoonosis provienen de los animales domésticos o salvajes. Si consideramos que el tratamiento de las enfermedades bacterianas se realiza en la mayoría de los casos con antimicrobianos y que la resistencia a ellos ha emergido en forma alarmante en las últimas décadas, la resistencia antimicrobiana está involucrada en el enfoque de Una sola Salud.
La diseminación de bacterias resistentes entre animales y el hombre son cada vez más difusas sean estos animales de compañía o de producción. En éstos últimos, cuando la cría se realiza de forma intensiva y se utilizan premezclas de alimento con antibióticos (promotores de crecimiento), la administración a bajas dosis durante tiempos prolongados favorece la presión de selección y la posibilidad de transferencia de material genético a bacterias de la microbiota intestinal que actúan como receptoras y donantes de RA. La materia fecal de estos animales contamina su hábitat y los efluentes que a su vez se utilizan como riego y comprometen al medio ambiente. El ciclo se cierra cuando el hombre u otros animales consumen material contaminado con estas bacterias que acarrean resistencia, enferman y no responden al tratamiento.
Otro de los aspectos a considerar es la fuente de diseminación de resistencia a los antimicrobianos por el gran uso que tienen en los animales de compañía y el estrecho contacto que existe entre las mascotas y sus dueños.
Y por último, cobra especial atención las bacterias zoonóticas involucradas en las ETAs tales como Salmonella spp, Campylobacter spp , S.aureus y E.coli entre otras. Su presencia en los alimentos de origen animal suman un nuevo problema en la Salud Pública no solo por la patogenicidad inherente a cada microorganismo sino también por la RA que transportan.
Los médicos veterinarios estamos involucrados en el desafío del control de la RA a través de su uso prudente y responsable para ser parte de este nuevo concepto de “Una sola Salud”.