¿Cuántas ideas cambiaron el mundo? El desarrollo de una sociedad ha sido posible gracias a los avances de quienes pudieron concretar sus ideas, pensamientos y materializarlos en acciones concretas. La ciencia como campo disciplinar es una construcción permanente, creando modos de nominalizar, de hacer y ser.
Construyéndose mediatizada por las palabras de hombres que han atravesado el puente entre lo soñado y lo posible, asumiendo desafíos y compromisos, tejiendo así historias y sentidos que se resignifican constantemente, dejando abierta la puerta a la posibilidad de realizarnos, a todos, como productores de conocimiento.
Realizar sueños desafiando al tiempo y a los imponderables implica resituarse en la trama activa de sujetos que buscan cambiar su realidad y así, el mundo, para “recrearlo”.
Y en la construcción de dicho conocimiento es posible y necesario recuperar vínculos aunque se pierdan los objetos disciplinares. Reconocer los procesos, aprender de ellos y de la experiencia, reconstruyendo sentidos a partir de la participación crítica en la puesta en común en el encuentro con otros, donde hacer implique mucho más que ejecutar.