Una lectura de Desierto Sonoro, última novela de Valeria Luiselli

Tengo a mano una novela titulada Desierto sonoro, de Valeria Luiselli, que leí hace unos meses pero sigue cerca. Luiselli es una joven escritora mexicana que vive en Estados Unidos. Cuenta la historia de una pareja que se conoce durante un proyecto de investigación sonoro para la Universidad de Nueva York. Se dedican a grabar los sonidos de la ciudad, desde el destemplado ruido de una caja registradora, el aleteo de un pájaro que despega de un árbol, hasta los murmullos y gritos de la Bolsa de Valores. Terminado el proyecto y el respectivo contrato de trabajo, deciden viajar al sur del país con su familia ensamblada. Él tiene un hijo preadolescente y ella una hija pequeña. Durante el viaje en auto, los intereses de la pareja divergen. Él resuelve investigar el paisaje sonoro de la cultura indígena, cherokees, comanches y apaches. Ella se interesa por los niños mexicanos que al ingresar ilegalmente a Estados Unidos, son detenidos por las fuerzas de seguridad y permanecen en custodia hasta tanto la justicia decida su deportación. Destaco un solo gesto técnico (tiene múltiples): a lo largo del viaje, la voz narrativa se va alternando y reproduce con igual eficacia la conciencia de la madre, por momentos la de su hijo adoptivo, por momentos la voz de su hija y por supuesto, modela los lenguajes de cada uno. A la par, otra voz relata el viaje de un grupo de niños mexicanos que va montado sobre el techo de “La Bestia” rumbo al norte, hacia la frontera.
Rubén Dellarciprete