Materiales digitales en tiempos de hibridación

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Autor: Alejandro Héctor González

Este artículo recupera los conceptos centrales de la charla “Materiales digitales en tiempos de hibridación” desarrollada el 10 de mayo de 2022 dentro del panel de apertura en formato virtual, del Lanzamiento de las XIII Jornadas de Innovación Docente de la UNA (universidad Nacional de Asunción – Paraguay).

Introducción

¿Por qué trabajar los materiales educativos digitales interactivos en tiempos de hibridación?. En esta época de pos pandemia hay nuevas reconfiguraciones de las formas de enseñar y de las formas de aprender que conviven con estructuras preestablecidas en las Universidades y con un “habitus” (Bourdieu , 1988) desde hace muchas décadas, esta situación nos atraviesa a todas y a todos y es importante poder reflexionar con los lectores este contexto y ver de qué manera podemos trabajar esta nueva realidad.

Otro marco que da contexto a este trabajo es el concepto de “complejidad”. La complejidad es entendida en las palabras de Morin, Ciurana y Motta (2002): “Qué la complejidad, es a primera vista un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados, que presenta la paradójica relación de lo uno y lo múltiple. La complejidad es efectivamente el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico”. Esta concepción trasladada al proceso educativo nos pone frente a un momento histórico que debe ser atendido. En palabras de Moreno Castañeda (2011), la docencia se encuentra inmersa en un entorno de complejidad y plantea: “… uno de los grandes errores sociales y de algunas instituciones educativas es que se la vea, con gran simpleza, como una profesión u oficio técnico sencillo para el que basta aprender algunas recetas y adquirir destrezas básicas para su desempeño. Tal simpleza aún se observa en los programas oficiales de formación y actualización magisterial, que suponen como suficiente el aprendizaje de ciertas fórmulas docentes para su aplicación a todas las situaciones educativas, que también se toman como ciertas; sin embargo, la incertidumbre, diversidad y multidimensionalidad de éstas se encargan de desmentir las presunciones oficiales, y nos hacen percatarnos y sentir la necesidad de propuestas más adecuadas a la complejidad de las condiciones educativas que se presentan en la realidad. En el siglo XXI se presentan docentes que tienen como función principal ayudar a aprender, en un contexto complejo.

Cuando pensamos en la educación a distancia mediada por tecnologías digitales agregamos más elementos a esta trama que debe ser revisada y puesta en forma explícita para poder trabajarla, surgen nuevas propuestas, se entremezclan otras que ya existía con nuevas y van interpelando la enseñanza.

Aulas reconfiguradas

La Hibridación es un tema que en Argentina ha tomado mucha relevancia al dejar las situación de aislamiento. No es una terminología nueva, pero tiene que ver con poder articular y desarrollar estrategias educativas con presencia y distancia para una clase. Este concepto se relaciona con la idea de blended learning o b-learning, término de origen inglés que significa “blended learning” ,”aprendizaje combinado” (Area Moreira, 2009 ) (Garrison, 2004). Cuando preguntamos hoy por ¿qué es una clase universitaria? seguro tenemos múltiples respuestas a diferentes situaciones didácticas que se producen, y podemos hablar en general de “el sentido de la clase” (Gonzalez, 2022).

La educación presencial en sí se puso en tensión -y sigue en tensión- y sigue generando espacios de encuentro y desencuentro que tienen que ver, sobre todo, con el sentido de lo que ocurre.

¿Por qué hablo de la clase presencial como tal y no de la virtual o a distancia o en-línea?. El sentido de la clase en la educación a distancia tiene una definición establecida en sus inicios desde lo que se considera asincrónico, entendido como diferente lugar y diferente tiempo. La mediación estuvo muy presente desde sus orígenes que pasó desde el formato papel, se amplió con la radio, la televisión, el disco o vinilo, el cassette, la computadora personal de escritorio, el disquete, el CD, el DVD, internet, las bibliotecas digitales de acceso remoto, bases de dato remotas, la Web, redes sociales, Web 2.0, entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje, analíticas de aprendizaje y siguiendo hasta el dia de hoy. ¿Con qué nivel de apropiación ocurrió esto en el presencial antes de la pandemia? ¿Cuánto se usaba? ¿Era el “habitus” establecido la mediación con tecnologías digitales en la enseñanza presencial universitaria? ¿porque hoy , pandemia mediante, sigue siendo problemático abordarlo?. Estas son muchas y variadas respuestas que requieren investigación más profunda para poder entender un tema tan complejo de abordar.

El tema debe ser abordado en forma compleja y hay que entender qué es lo que ocurre en esos espacios de clase y de aula y qué tipo de aula, hoy por hoy, tiene sentido que siga existiendo. ¿Qué ocurre con el oficio docente?. Es muy temprano como para establecer nuevas disposiciones del aula presencial. En primera instancia hay que trabajar con los docentes en buscar la forma de que esa rigidez estructural que nos viene sosteniendo hace tiempo pueda ser más permeable y podamos desarrollar propuestas que tengan sentido en sí mismas, este tipo de prácticas se realizaban antes de la pandemia, pero cobran más notoriedad luego de haberlas practicado. La idea de “aula extendida” “ampliada” aumentada” remite a esta concepción (Sagol, 2013) (Gonzalez et al, 2013)

Los modelos previos a la pandemia como el “aula extendida” permiten ver la concepción de modernidad líquida de Bauman (2013) pensada en términos de “aulas porosas o ampliadas” donde la acción educativa no es solament en aula presencial, sino que las redes sociales digitales atraviesan las paredes y dan cierta permeabilidad a las acciones de docentes y estudiantes en otros espacios (virtual/ digital) y otros tiempos (desde la casa, la plaza el café) y otros dispositivos (celular, ipod). Estas ventanas y nexos van articulando en las relaciones de Bauman sobre modernidad líquida, donde las relaciones, por ejemplo de poder, se ven evaporadas y la voz del docente (única, positivista, transmisiva) se ve modificada. ¿Estas nuevas relaciones serán mejores o iguales o superadoras de las formas de enseñanza presencial?,¿Cuánto falta explorarlas?.

Otro concepto que me interesa trabajar con ustedes es el de presencia y ausencia. Qué cosas ocurrieron en la pandemia y qué cosas pueden seguir ocurriendo ahora, pensando en contextos emergentes como menciona Landau et al (2022).

La saturación tecnológica y la presencial son dos conceptos que van entrelazados. Se advierte una concepción dualista en el pasaje instantáneo de una modalidad a otra solamente es presencial o solamente puedo tener una saturación tecnológica de horas y horas. Ambas situaciones sabemos que no están bien desarrolladas. Claramente la videoconferencia (Zoom) es la primera herramienta que uno puede vislumbrar y se advierte que no está bien estar frente a una cámara 3 horas. Pero tampoco está bien en el presencial, pero nadie lo discute. La tensión está puesta, no en lo tecnológico, sino en lo asincrónico y lo sincrónico y sus tiempos.

¿Hay recomendaciones sobre la exposición a pantallas en la virtualidad? . Según la norma “ISO 11226:2000 – Ergonomics. Evaluation of static working postures” establece criterios técnicos donde recomiendan pausas de unos 5 minutos o cambios posturales cada hora. Cuando la postura debe mantenerse de forma seguida, se recomienda realizar micropausas (unos segundos) cada 10 minutos. En ningún caso, debería prolongarse una misma posición de trabajo más de dos horas. Estas recomendaciones del estándar ISO 11226:2000 existen desde el año 2000, unos 20 años antes del uso masivo de zoom y de la pandemia. El problema de la incorporación de la tecnología digital a las diferentes prácticas sociales es motivo de estudio desde hace años. En la educación superior a distancia se recomienda un uso controlado de videos y videoconferencias, entre otros medios como textos y/o imágenes. Sugerir uso de videos cortos en clases virtuales de no más de 7 minutos, busca generar pausas recomendadas, y aportar contenidos significativos, más que recortar una larga charla expositiva. El medio en el que se desarrolla el proceso de enseñanza y aprendizaje es diferente y deben ser atendidas nuevas consideraciones de interacción

En general se deben pensar estrategias que mejor se acomoden a cada institución y a cada clase en particular. Insistir con disposiciones completamente rígidas hace que se vuelva un sistema excluyente. ¿Se puede resolver esa situación independientemente de que la presencialidad per se es el eje motivador de las instituciones educativas?. Probablemente empezar a mirar que determinadas situaciones las podemos resolver mejor y advertir que no necesariamente la tecnología siempre excluye.

Hay problemáticas que tienen que ver con la tecnología y otras con las normativas. Cada país tiene normativas diferentes. En nuestro país varias de estas normas están en revisión para poder analizar si los conceptos, las denominaciones, los requerimientos son los adecuados para la situación actual.

La idea de hibridación conlleva enseñanza híbrida. Se la puede pensar con tecnología asincrónica y/o sincrónica, puede ser un zoom, una cámara con seguimiento de rostro en el aula, para aquellos que no pueden acceder. Hay que repensar el aula presencial de bancos , sillas y pizarrones en la posibilidad de un aula digitalizada. Es necesario revisar las estrategias: pensar qué estamos haciendo. Por ejemplo podemos tener grabaciones realizadas en la pandemia articuladas en entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje para que los alumnos accedan después. En ese sentido, puede ser una buena propuesta para aquellos lugares que siguen siendo presenciales pero que pueden empezar a incluir casos de alumnos distantes, problemas de horario de trabajo y otros inconvenientes que van surgiendo.

Surgen muchos interrogantes pensando en estas nuevas conexiones entre alumnos, docentes, aulas, materiales educativos y redes que se dan, porque las conexiones son extramuros de esa aula. Se debe pensar qué ocurre en esos espacios interconectados, ¿qué se gana y qué se pierde en este proceso?. Hay que aprender a balancear esta necesidad que tenemos de estar en el aula y compartir el espacio con los y las estudiantes por ejemplo para poder tener una interacción grupal cara a cara.

A modo de reflexión una pregunta que surge es: ¿Qué me sirvió de lo que hice y qué cosas puedo poner en la balanza?. Se puede pensar en el concepto del “aula reconfigurada”. Es un aula que tiene aula presencial y virtual, que tiene que repensar sus prácticas, que tiene que tener materiales educativos digitales interactivos, materiales que se puedan reconfigurar y que sean pensados para los estudiantes. La transformación del proceso de enseñanza involucra la transformación de las formas de evaluación.

Materiales educativos reconfigurados

Tomando la perspectiva enunciada anteriormente se advierte que el contexto educativo se ha vuelto más complejo. La propuesta es plantear este escenario complejo pero inclusivo a la vez y focalizar en los materiales y poder contar algunas experiencias, proyectos e ideas en esta línea. En esta línea de intercambio debemos poder analizar qué está pasando: tanto en la formación docente como en los materiales.

La sugerencia es trabajar con contenidos que sean “micro contenidos” en formato digital: contenidos más chicos que ensamblados componen un material más grande. Lo interesante es proveer a los estudiantes pistas cognitivas para unir esos micro contenidos y acompañarlos en este aprender a través de las conexiones. Estos materiales cuando uno los piensa tiene que pensar cómo los puede relacionar. También estos materiales tienen que ser “situados” y tienen que poder ser aplicables.

Estamos saliendo de una lógica más enciclopedista de la educación hacia una de construcción de conocimientos en forma conjunta. El mundo en el cual se mueven nuestros estudiantes y docentes es un contexto que está hiperconectado, hemos vivido dos años de esta situación (2020-2021), son materiales que tienen que resultar familiares.

¿Qué características deben tener los materiales didácticos interactivos? Algunos de los componentes de los materiales digitales interactivos que podemos pensar en el contexto actual son:

● Retroalimentación: el estudiante tiene que saber por qué.

● Metáfora: es lo más difícil de construir, pero es importante usar una metáfora que acompañe al material de estudio.

● Accesibilidad: atendiendo a diferentes medios y diversidad de estudiantes.

El material debe ser visual, hay que tener en cuenta en su diseño las interacciones y revisar las condiciones de accesibilidad y diversidad de personas que puedan accederlos. Cuando proyectamos un material educativo hay que pensar, también, qué es lo que recuerdo al día siguiente de una clase teórica hablada. Es central tener esto en mente cuando uno va a dar una clase y a organizar un material. A dónde van a apuntar los materiales para hacer que los alumnos incorporen nuevos conceptos y sus relaciones de la mejor manera posible.

Este modelo, que hay que terminar de definir, no se descubrió en la pandemia y nosotros como docentes lo conocemos hace muchos años y estamos convencidos que acompaña a un mayor desarrollo y se acopla más al modelo de producción.

¿Cómo reconfigurar la enseñanza?, es la tarea por delante, la que tenemos que desarrollar. Uno puede pensar en clases presenciales con materiales educativos digitales interactivos articulados. Trabajar la parte teórica con micro contenidos, generando una guía de navegación que permita entender las relaciones.

Es importante, en este sentido, establecer espacios sincrónicos de intercambio (aula física y/o remota y videoconferencia), aprovechar la práctica para ampliar, aplicar, colaborar debatir, discutir, argumentar y co evaluar y también apuntar a competencias y tener en cuenta la pirámide de Cody Blair (Gil, 2010), donde leer y oír son las estrategias que menos recuerdo producen y practicar haciendo con otros está en el mayor rango de recuerdo y retención.

Reflexiones finales

El desarrollo de materiales digitales es un proceso creativo y como tal complejo y atractivo a la vez. Se requiere de actitud docente, tiempo, compromiso y aprender nuevas formas de comunicar lo que sabemos.

Los materiales de estudios también fueron atravesados por la pandemia del covid19 y esto permitió visibilizar mucho trabajo docente que antes no era tenido en cuenta por estar invisibilizado.

Estos nuevos procesos reconfiguran el rol docente, sus competencias y formas de trabajo, propuesta para seguir abordando en el devenir de los años para un trabajo sostenible en el tiempo para los diferentes niveles educativos.

Bibliografía de referencia:
Area Moreira, San Nicolás Santos,Fariña Vargas (2009). «Buenas prácticas de aulas virtuales en la docencia universitaria semipresencial».
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=201014897002.

Bauman, Z., & Payás, D. (2013). Sobre la educación en un mundo líquido. Ediciones Paidós.

Bourdieu, Pierre. 1988. El sentido práctico. Taurus. (edición original 1981)

Garrison, D.R.; Kanuka, H. (2004). «Aprendizaje combinado: descubriendo su potencial transformador en la educación superior.». Internet y educación superior. 7 (2): 95-105.
doi:10.1016/j.iheduc.2004.02.001.
Gil, Á. P. (2010). La Pirámide del Aprendizaje.
Gonzalez Principe, Alejandro Hector (2022). Horizontes para la reconfiguración de la
enseñanza. Blog de aula Cavila.
https://blogs.ead.unlp.edu.ar/boletinaulacavila/2022/06/27/horizontes-para-la-
reconfiguracion-de-la-ensenanza/
González, A., Barletta, C., Mónaco, M. P., Sadaba, A. I., Martin, M., & Chicote, G. G. (2013).
Aula aumentada: Proyecto blogs de cátedras de la UNLP. Question/Cuestión, 1(39), 11-18.
Landau, M., Sabulsky, G., & Schwartzman, G. (2022). Hacia nuevos horizontes en las clases
universitarias en contextos emergentes. Contribuciones de la Tecnología Educativa.
Virtualidad, Educación y Ciencia, 12(24), 9-24.
Moreno Castañeda M. (2011). “Por una docencia significativa en entornos complejos”.
Universidad de Guadalajara. Sistema de Universidad Virtual. Guadalajara. México

Morin E., Ciurana E. R. y Motta R. D. (2002). “Educar en la era planetaria. El pensamiento
complejo como método de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana”.
Valladolid:UNESCO y Universidad de Valladolid.
Sagol, Cecilia (2013): Aulas aumentadas lo mejor de los dos mundos.