Tiempo y espacio de lectura Blog de construcción colaborativa con lecturas literarias, recomendaciones, citas e informaciones

COORDENADAS DE LECTURA

Encuentros con recomendaciones, citas y voces de la literatura

Por qué leemos Los comienzos

El punto, leído y comentado por Luis Pescetti

https://www.youtube.com/watch?v=omHumurzmoc

Hace un tiempo, una amiga con la que he compartido muchos momentos maravillosos me obsequió un presente, compartió conmigo un video que me permitió en un momento difícil ver las cosas de otra manera, desde otro punto de vista. Un video de Luis Pescetti sobre la lectura de un cuento de Peter Reynolds: “El punto”. Lo escuché atentamente porque no podía verlo, mi computadora está viejita. Pero de todas maneras fue maravilloso porque mientras lo escuchaba podía imaginarme a los personajes: una nena y su profesora de artes visuales en el momento que finalizaba la clase de arte; bueno, pero no voy a replicar el relato, véanlo, buenísimo. Simplemente les comento que vi en este cuento reflejadas muchas de nuestras experiencias áulicas en el Bachi donde soy docente y en especial las acciones metodológicas de la enseñanza y del aprendizaje del lenguaje del código visual (el punto es uno de los elementos de este código). Metodología que se aplica, ya hace bastante y con resultados gratificantes, en la asignatura Fundamentos Visuales del Área del Lenguaje. En este espacio el/la estudiante, como la nena del relato, observa, juega, pregunta, se enoja, explora, destruye, reflexiona, construye, analiza, confronta con pares y docentes, comprueba y fundamenta sobre un tema: “El punto”. Mientras tanto, el lugar de la profesora no es sólo el de informar, sino escuchar, alentar, jugar, acompañar a la nena a tomar decisiones en el desarrollo de su proceso creativo, apoyando e incentivando la búsqueda de una imagen personal relacionada con el pensar y el sentir del/la estudiante, para construir un conocimiento significativo para él/ella y trasladar luego este conocimiento a otros espacios de su vida.
Este video nos ofrece un material valioso para pensar, producir y compartir con estudiantes y docentes. Nos invita a pensar en otra mirada sobre la manera de percibir el mundo. Nos ayuda a crecer, a sentirnos mejor. Puede ser el punto de partida para trabajar juntas ¡y seguir jugando!
Teresita Miquelarena

Viendo y escuchando una hermosa publicación de Luis M. Pescetti sobre un libro de Peter Reynolds, comencé a recordar algunas de mis experiencias docentes, ya que en su interpretación sobre el cuento vi reflejadas situaciones que pude compartir con estudiantes y colegas docentes.
En este breve intercambio de reflexiones que L. Pescetti hace con nosotros, su público, encuentro analizada la base de una metodología de enseñanza aprendizaje que tuve el placer de compartir con colegas que me precedieron en su aplicación y el placer de reconocer su eficacia.
Cada uno de los puntos que el narrador describe sobre la acción del estudiante: el intento, la frustración, el enojo, la impotencia, la reflexión, el cambio de perspectiva sobre la situación, la recuperación de la autoestima, el encontrar un punto sobre el cual validar su obra, el elogio y la posterior transferencia hacia otros de su propio aprendizaje; tiene un correlato en la metodología docente descripta.
Como todo esto parece muy abstracto, les cuento que me llamo Alejandra, soy profesora (ya jubilada) de Artes Plásticas; y tuve la suerte y el placer de comprobar cómo ciertas maneras de construcción del conocimiento son muy efectivas.
Desarrollé gran parte de mi labor docente en el Bachillerato de Bellas Artes de la UNLP, en el cual dicté varias asignaturas, una de ellas, Fundamentos Visuales de 1° año.
En un cambio de Plan de estudios del colegio, la Coordinadora del Área, junto con los docentes, se propuso modificar las estrategias de conocimiento del lenguaje visual y a partir de entonces (estudio, perfeccionamiento y gran compromiso por medio) comenzó una manera de trabajo que adquirió una identidad propia.
Debo aclarar que el espíritu de esta metodología no era exclusivo de esta asignatura, pero sí las estrategias que desarrollamos en ella.
El tema tratado, “El punto”, es uno de los primeros que vemos con los alumnos y recuerdo un encendido debate que se generó en una de las clases de este nivel, ya que comienza la clase no con una exposición sino con las interrogantes sobre qué es el punto.
Sería muy extenso describir todo el desarrollo de la experiencia, pero baste decir que al considerar las definiciones de los alumnos se ven introducidos al tema desde su opinión personal; luego se anotaban todas las definiciones expresadas y se expresaban opiniones sobre las mismas, nadie se silenciaba y todos debían escucharse. Se trabajaba el tema desde lo visual, pero comenzando el rastreo de ideas desde un panorama amplio, que no descartaba ninguna idea. Entre todos íbamos generando la descripción de lo que era un punto, qué características tenía, cuándo lo veíamos como tal, etc.
Posteriormente debían demostrar las hipótesis enunciadas con elementos demostrativos, exponiendo sus trabajos y explicando funcionamientos de construcciones y estrategias elaboradas.
¿Pero qué resultaba realmente maravilloso? El interés y la pasión que demostraron sobre un tema en apariencia árido.
Cuando logramos la participación protagónica de los estudiantes, dejamos que manifiesten sus ideas, posibilitamos el debate con respeto y los incentivamos a profundizar en sus ideas, se logran resultados maravillosos.
Al posibilitar la expresión propia, secundada por la escucha hacia los otros, sin desacreditar a nadie, compartiendo tanto risas como críticas encendidas sobre el pensamiento de cada uno de los integrantes del grupo, incluyéndome, logramos un conocimiento sobre El Punto, que no creo que olviden.
Esta forma de compartir el conocimiento conlleva la flexibilidad y entrega por parte del docente que implica arriesgarse, imaginar escenarios posibles y la humildad de aceptar frente a la clase que todos aprendemos juntos.
Ahora, debo confesar también que, si alguno de los estudiantes recuerda estas clases seguramente no tendrán mi misma mirada; el mayor aprendizaje no quedaba en el contenido Punto, sino en el manejo del proceso. Cómo aprender a expresarse, a defender una idea, a escuchar a los otros y lograr ser escuchado, a reconocer el error, a buscar estrategias para iluminar al resto y finalmente saber cuándo parar para que la profesora pueda salir al recreo.
Alejandra Bedouret

FILBA 2020

Debido a las restricciones por la pandemia, las actividades del Filba este año se realizarán de forma virtual, lo cual habilitó la posibilidad de que la lista de invitados sea realmente notable. Mañana comienza el gran festival literario que trae autores internacionales de gran renombre tales como Joyce Carol Oates, Siri Hustvedt y Vivian Gornick.
Del 16 al 24 de octubre se realizará este evento que será la unificación excepcional entre el Filba y el Filbita, con lo cual está pensando para lectores de todas las edades. Nueve días con más de 40 autores internacionales y más de 100 argentinos con más de 100 actividades: talleres, conciertos, lecturas, entrevistas, performances y acciones virtuales.
El festival podrá disfrutarse a través de las plataformas Zoom, Meet, Instagram y YouTube. Solo serán aranceladas tres Clases Magistrales. Todas las demás actividades del programa serán gratuitas, salvo algunas clases magistrales que requieren abonarse previamente. Uno de los puntos centrales de esta edición es que, al ser online, muchos autores, además de dialogar entre sí, responderán preguntas del público.
La encargada de la apertura, que será el viernes 16 de octubre a las 20, es Joyce Carol Oates. Con más de cincuenta libros publicados y una docena de premios y reconocimientos internacionales, la autora de Un libro de mártires americanos, Mágico, sombrío, impenetrable y Memorias de una viuda abrirá esta edición con una conferencia en la que reflexionará sobre la literatura y su capacidad permanente de transformación.

CANAL PARA SUSCRIBIRSE:

https://www.youtube.com/channel/UCx4IvEqz0mW-QIoD3nfvrBA/featured

APERTURA DE JOYCE CAROL OATES:

https://www.youtube.com/watch?v=4UXmnpBZppE

La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón

“Por espacio de casi media hora deambulé entre los entresijos de aquel laberinto que olía a papel viejo, a polvo y a magia. Dejé que mi mano rozase las avenidas de lomos expuestos, tentando mi elección. Atisbé, entre los títulos desdibujados por el tiempo, palabras en lenguas que reconocía y decenas de otras que era incapaz de catalogar. Recorrí pasillos y galerías en espiral pobladas por cientos, miles de tomos que parecían saber más acerca de mí que yo de ellos. Al poco, me asaltó la idea de que tras la cubierta de cada uno de aquellos libros se abría un universo infinito por explorar y de que, más allá de aquellos muros, el mundo dejaba pasar la vida en tardes de fútbol y seriales de radio, satisfecho con ver hasta allí donde alcanza su ombligo y poco más. Quizá fue aquel pensamiento, quizá el azar o su pariente de gala, el destino, pero en aquel mismo instante supe que ya había elegido el libro que iba a adoptar. O quizá debiera decir el libro que me iba a adoptar a mí. Se asomaba tímidamente en el extremo de una estantería, encuadernado en piel de color vino y susurrando su título en letras doradas que ardían a la luz que destilaba la cúpula desde lo alto. Me acerqué hasta él y acaricié las palabras con la yema de los dedos, leyendo en silencio”.
El libro que cambia la vida de Daniel Sempere es La sombra del viento y es el libro que también leemos con fruición, el primero de la tetralogía  El cementerio de los libros olvidados que comprende además El juego del ángel, El prisionero del cielo y El laberinto de los espíritus. Como dice el autor:

“Mi ambición no era tanto crear esa saga lineal de cuatro libros que continúan uno detrás de otro, sino crear un laberinto de historias, de personajes y tramas, que una vez estuviera completo con los cuatro libros, el lector pudiera reordenar a su voluntad. Entonces, mientras unos lectores entraron en la lógica como fueron publicados, otros lectores entraron a través de otro de los libros, que les permitía tener una experiencia diferente, una perspectiva diferente sobre los personajes y sobre la historia. Mi ambición era ofrecer una experiencia caleidoscópica”

Novela de formación, de cruces de historias, personajes y ambientes, que  nos ensimisman y nos hacen difícil dar vuelta la última página. Afortunadamente, tenemos tres novelas más para no extrañar una lectura cautivadora.

Finalmente, por si fuera poco, Carlos Ruiz Zafón compuso la banda sonora del libro. Destacamos especialmente el tema del Cementerio de los libros olvidados que acompaña el recorrido que hemos citado más arriba. Se puede escuchar en el enlace siguiente, mientras leemos y releemos el fragmento:    

https://www.youtube.com/watch?v=tK7gcESam9w

 

Premio Nobel de Literatura 2020: Louise Glück

Por «su inconfundible voz poética que a través de una belleza austera hace universal la vida individual», anunció este jueves la Academia Sueca.

Louise Glück nació en el año 1943 en Nueva York y actualmente vive en Cambridge, Massachusetts. Es profesora de inglés en la Universidad de Yale.

Es la mujer número 16 en conseguir el galardón en toda la historia del premio.

Mother and Child
We’re all dreamers; we don’t know who we are.

Some machine made us; machine of the world, the constricting family.
Then back to the world, polished by soft whips.

We dream; we don’t remember.

Machine of the family: dark fur, forests of the mother’s body.
Machine of the mother: white city inside her.

And before that: earth and water.
Moss between rocks, pieces of leaves and grass.

And before, cells in a great darkness.
And before that, the veiled world.

This is why you were born: to silence me.
Cells of my mother and father, it is your turn
to be pivotal, to be the masterpiece.

I improvised; I never remembered.
Now it’s your turn to be driven;
you’re the one who demands to know:

Why do I suffer? Why am I ignorant?
Cells in a great darkness. Some machine made us;
it is your turn to address it, to go back asking
what am I for? What am I for?

From: The Seven Ages (The Ecco Press, 2001)

Madre e hijo
Todos somos soñadores, no sabemos quiénes somos.
Nos hizo alguna máquina; la máquina del mundo, la familia unida.
Y de vuelta al mundo, pulidos con brusquedad.
Soñamos; no nos acordamos.
La máquina de la familia: un pelaje oscuro, el bosque del cuerpo de la madre.
La máquina de la madre: una ciudad blanca dentro de ella.
Y antes de eso: tierra y agua.
Musgo entre las rocas, trozos de hojas y pasto
Y antes, células en una oscuridad absoluta
Y antes de eso, el mundo sin revelar
Para esto nacemos: para callarnos
Células de mi madre y mi padre, es su turno:
sean el eje, el fundamento, la obra maestra
Yo improvisé, nunca me acordé.
Ahora es su turno para dejarse llevar.
Vos sos el que ahora exige respuestas.
¿Por qué sufro? ¿Por qué hay cosas que no entiendo?
Células en una oscuridad absoluta. Nos hizo una máquina.
Es tu momento para sumergirte, para volver a preguntar
¿Para qué existo? ¿Para qué me hicieron?
(Traducción de Florencia Gueler)

El hombre que está solo y espera, de Raúl Scalabrini Ortiz

“Por todos los ámbitos, la república se difumina, va desvaneciéndose paulatinamente. Tiene sabor peruano y boliviano en el norte pétreo de Salta y Jujuy; chileno, en la demarcación andina; cierta montuosidad de alma y de paisaje en el Litoral que colinda con el Paraguay y Brasil y un polimorfismo sin catequizar en las desolaciones de la Patagonia.
El Hombre de Corrientes y Esmeralda está en el centro de la cuenca hidrográfica, comercial, sentimental y espiritual que se llama República Argentina. Todo afluye a él y todo emana de él. Un escupitajo o un suspiro que se arroja en Salta o en Corrientes o en San Juan, rodando en los cauces, algún día llega a Buenos Aires. El Hombre de Corrientes y Esmeralda está en el centro mismo, es el pivote en que Buenos Aires gira.”

En un vértice espacio-temporal situado en una esquina de la ciudad de Buenos Aires, Scalabrini sitúa un hombre que es el arquetipo del porteño y, -como la Argentina se construyó desde el puerto hacia adentro- por extensión, del argentino. Este hombre le sirve al autor para relatar los sentidos, las formas y los sentimientos de un ser abrumado por su tierra, la pampa llana y dócil, y por el espíritu de su tierra, que se alimenta de todo lo que la tierra recibe y es sólo idéntico a sí mismo; y como un gigante -que de tan gigante es invisible a nuestros ojos- avanza indeclinable hacia su destino.
Es además, una interesante lectura en clave histórico-política, que en 1931 expone varios elementos socio-culturales que años más tarde encontrarían su expresión, canalización y realización en el peronismo.

Para leer con tranquilidad, sin apuro, tomando tiempo para procesar profundos pasajes filosóficos y buscar comprender un poco más aspectos de nuestra cultura y nuestro ser social que, casi 90 años después, continúan en gran parte vigentes.
Mateo Serrichio