Tiempo y espacio de lectura Blog de construcción colaborativa con lecturas literarias, recomendaciones, citas e informaciones

COORDENADAS DE LECTURA

Encuentros con recomendaciones, citas y voces de la literatura

Por qué leemos Los comienzos

El azul de las abejas (Le bleu des abeilles), de Laura Alcoba

Traducción de Leopoldo Brizuela, Edhasa, 2015
En La Plata conocemos a Laura Alcoba por su Casa de los Conejos, novela que nos permitió acercarnos a la historia de la Casa de la Calle 30, en donde el terrorismo de Estado se encargó de secuestrar a Clara Anahí Mariani y asesinar a sus padres. Conocimos esa casa desde la perspectiva de una niña, la misma Laura que vivió allí, en su infancia, la puesta en marcha de una imprenta clandestina montonera.
En El Azul de las abejas, publicado 6 años después, volvemos a entrar en el universo de esa niña que tuvo que aprender sobre la clandestinidad, para vivir con ella un recorrido, un rito de pasaje que va a tomar distintas formas de desplazamiento: de La Plata a París, del castellano rioplatense al francés metropolitano, de la infancia a la adolescencia. Un exilio marcado poraprendizajes que implican necesariamente transformaciones. Para aprender a hablar una lengua extranjera, ¿qué necesitamos? ¿desde dónde la vemos? ¿desde las similitudes, o las diferencias? La narradora describe fascinada el hallazgo de cada nuevo sonido, de cada nueva vocal, como si se tratara del descubrimiento de un nuevo territorio en su cuerpo.
Pero el territorio también es el otro, la otra, le otre, y el afuera. La protagonista va a encontrarse, entonces, con la realidad de una París que no puede ser una postal, no puede ser la misma que quiere describir en las cartas que envía a sus amigas en Argentina. Con la realidad de un acento extranjero que la marca y la limita. La lengua como una barrera, sus orígenes como una barrera, y la desesperada necesidad de borrar sus huellas para pronunciar el francés como nativa. Un pasaje hacia una nueva identidad.
Sin embargo, una línea va guiando, silenciosa y desde lejos, ese camino. Aunque no se trate de una novela epistolar, Alcoba compuso su relato a partir de la correspondencia que mantuvo con su padre durante esos años en los que él seguía preso en Argentina. Fue su padre el que le propuso, desde la cárcel, compartir lecturas: él en castellano, ella en francés, fueron leyendo clásicos de la literatura francesa y comentándolos semana a semana en sus intercambios. En ese ir y venir de las letras, la narradora logra transitar los mecanismos del lenguaje que le permiten introducirse en una tradición literaria nueva, cuyo respaldo y prestigio no dejarán de acompañarla.
Por eso no debe sorprendernos que la novela haya sido originalmente escrita en francés, y traducida al español por Leopoldo Brizuela. Laura Alcoba vivió desde entonces en Francia, estudió allí, y decidió adoptar al francés como lengua de escritura. Quizás porque, en definitiva, se ha convertido en su primera lengua; quizás porque es la manera que encontró de poder hablar de un pasado demasiado doloroso como para narrarlo desde el idioma materno. Como una ventana, como un puente que le otorga nuevas posibilidades. ¿Qué son, sino, las lenguas?
Ana Kancepolsky Teichmann

Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara

Y cargué sin dar más güeltas
con las prendas que tenía.
Jergas, poncho, cuanto había
en casa, tuito lo alcé.
A mi china la dejé
media desnuda ese día.
(José Hernández,Martín Fierro)

¿Qué fue de la mujer de Martín Fierro, esa china sin nombre ni voz que el gaucho dejó en el rancho, librada a su suerte, cuando se lo llevó la leva? Gabriela Cabezón Cámara dota de voz a la China Iron, la mujer de Fierro, para que cuente sus aventuras, su alegría por la partida de “la bestia” de su marido. Huérfana, criada y maltratada por la negra que Fierro dejó viuda, fue entregada a este gaucho en matrimonio (por haber ganado un partido de truco) y a los catorce años ya era madre de dos hijos. La China entrega sus hijos a unos conocidos y es adoptada por Elizabeth, una inglesa casada con un gringo (que se llevaron junto con Fierro) y va a la frontera en una carreta a rescatarlo para hacerse cargo de la estancia que habían venido a administrar.
Este viaje a través de la naturaleza explosiva y salvaje de la pampa expande las posibilidades de vida de la china. En la carreta se alfabetiza, aprende otro idioma, conoce la historia de Frankenstein, de Oliver Twist, la ceremonia del té y del whisky. Su visión del mundo y sus experiencias no se ajustan al estereotipo de mujer de aquellos tiempos: es fuerte, enfrenta la adversidad, es un joven muchacho inglés que se cortó el pelo y se calzó la escopeta y es a la vez la chica que se viste con enaguas y tiene sexo con Liz en la carreta.
Arriban a la estancia del Coronel José Hernández, una avanzada de la nación en el desierto, conquistando tierras y hombres, disciplinándolos para una patria necesitada de su trabajo. En un juego metaliterario, Hernández, un poeta decadente y alcohólico, recita (plagia) los versos de un gaucho cantor analfabeto que está allí: Martín Fierro, quien en una serie de versos le pide perdón a China.
El viaje sigue hasta un paraíso: el país de los indios, que no azotan ni castigan a las cautivas y cuya vida alejada del espacio de la nación y del mercado es una alternativa al orden represivo y normalizador de las estancias.
Con ritmo, humor e intensidad, acompañamos a la protagonista en un viaje de exploración de sabores, palabras, sonidos, sensaciones; experimenta el sexo deseado y el goce: “la cantidad de apetitos que podía tener mi cuerpo: quise ser la mora y la boca que mordía mi mora”.
La china Iron cuestiona y reformula no sólo la historia del poema gauchesco de Hernández, sino también los modos de escritura propios del siglo XIX, con una mirada femenina, una nueva sensibilidad que vive la alteridad no como amenaza sino como exploración, como posibilidad de aprendizaje de una perspectiva nueva, de encuentro.
Lila Tiberi

Pequeno Manual Antirracista, de Djamila Ribeiro

Éste es un libro esencial. No sólo porque el tema es de extrema relevancia para la sociedad en que vivimos, sino porque fue escrito por una filósofa negra, feminista, brasileña. Conocemos la importancia de sentirnos representadxs en una sociedad que excluye, ignora y mata todo lo que no pertenezca a lo hegemónico predominantemente blanco, heterosexual.
Los títulos de los capítulos ya son enseñanzas urgentes para un cambio en nuestra sociedad:

Informe-se sobre o racismo
– Enxergue a negritude
– Reconheça os privilégios da branquitude
– Perceba o racismo internalizado em você
– Apoie políticas educacionais afirmativas
– Transforme seu ambiente de trabalho
– Leia autores negros
– Questione a cultura que você consome
– Conheça seus desejos e afetos
– Combata a violência racial
– Sejamos todos antirracistas

Barbara Lopes

Un tal Lucas, de Julio Cortázar

Conocí este libro de cuentos por mi directora de tesis, Angelita Martínez. Un día le conté que a veces me pasa en clase que mis estudiantes me preguntan curiosidades de Brasil que yo no conozco. Brasil es un país muy grande y yo no he viajado mucho. Soy del sur y lo más conocido de Brasil fuera del territorio nacional está en centro oeste o nordeste. Lucas es un personaje argentino y en un momento le toca dar clases de español en un instituto en Francia. Lo gracioso es que el director del instituto advierte para que les enseñe la variedad peninsular, la cual Lucas no tiene la mínima idea. Me encantó haberme cruzado con la lectura de estos cuentos. Me sentí muy identificada.

Barbara Lopes

Las Malas, de Camila Sosa Villada

Leí este libro en las vacaciones de invierno. Camila Sosa es una mujer trans que con mucha destreza nos revela una subjetividad compleja y a la vez suave. Es un libro que se lee en algunas horas, dado que es adictivo.

Barbara Lopes