Argentina – India: Entre el dinero y las ganas de aprender – Segunda parte


Por Laura Rodríguez

La decisión estaba tomada. Junto con mis alumnos de quinto y sexto grado de la Escuela Número 18 Julián Aguirre, Manuel B. Gonnet, participaríamos de un encuentro virtual con chicos y chicas de Amara Jyothi Public School, Bangalore, India. ¿El tema que nos convocaba? El dinero, como mencionamos en la primera parte.  

Contábamos con solo tres semanas antes de finalizar las clases en Argentina. Con el ímpetu de saber que había mucha expectativa en juego, diseñé una secuencia de actividades para que mis grupos pudieran:

  • Intercambiar saludos en inglés.
  • Ubicar India, Argentina y las ciudades de ambas escuelas en un mapa.
  • Investigar de qué metales están hechas las monedas de Argentina.
  • Contar en inglés qué imágenes aparecen en nuestros billetes (la serie nueva y la anterior).
  • Contarle a sus pares qué cosas se pueden comprar con las monedas y con cada billete.
  • Realizar una presentación digital con la información más importante.
  • Formular algunas preguntas personales.

Elaboré un cuadernillo de actividades en Word  y a través de video llamadas intercambiamos ideas y explicaciones. A medida que iban investigando, me hacían llegar sus trabajos por Google Classroom o Whatsapp. Luego armamos una presentación en PowerPoint y organizamos la exposición. Para trabajar lengua oral y pronunciación utilizamos mensajes de audio en Whatsapp y también Google Meet para práctica grupal. Fue importante poner en valor que la participación en el proyecto no se reducía a hablar el día del encuentro, sino que todo contribuía al resultado final: los encuentros semanales, la realización de las tareas, el estar presente y practicar la escucha atenta.

Finalmente, llegó el esperado momento. Nos conectamos por Zoom y allí estábamos todos: los alumnos y alumnas de Bangalore y de Gonnet acompañados por sus familias, las maestras de grado, docentes de otras asignaturas y las directoras de ambas escuelas. Al principio, pensé que el encuentro iba a estar marcado por las diferencias. Amara Jyothi Public School es una prestigiosa escuela privada y quienes estudian allí cuentan con varias clases diarias en inglés, que es el idioma oficial en India. En cambio, en la Escuela 18, la carga horaria habitual de lengua extranjera consistía en dos clases semanales de 50 minutos, e incluso se había reducido desde el inicio de la pandemia. Para la gran mayoría, ese es el único contacto con la lengua inglesa.

Al comenzar el encuentro, estábamos todos expectantes. Luego de intercambiar saludos con directivos y docentes, el grupo de India nos sorprendió con unas magníficas presentaciones sobre el dinero en su país. Hubo documentos digitales y afiches de papel colgados en la pared y enfocados con los teléfonos celulares. A pesar de las limitaciones lingüísticas, los chicos y chicas de Argentina escucharon a sus pares con atención y respeto. Cuando llegó su momento de exponer, comunicaron con claridad lo que habían preparado. Hacia el final, ya más distendidos, ambos grupos terminaron hablando sobre cómo es aprender inglés en el otro país. También preguntaron sobre el fútbol y las golosinas más conocidas de cada lugar.

Hubo varios aprendizajes a partir de este proyecto. Por un lado, el uso de la tecnología, inicialmente forzado por una situación externa, fue en realidad lo que nos permitió abrir nuevos horizontes. El vínculo entre docentes y alumnos de escuelas tan distantes no habría tenido lugar en un contexto de clases tradicional en el que tendemos a concentramos en propuestas dentro del aula. Además de conocer más sobre India, el intercambio contribuyó a que nuestra comunidad tome conciencia de la importancia de aprender otra lengua para comunicarse en la vida real. También experimentamos el valor de trabajar en equipo por un fin común. Poco se habría logrado sin el acompañamiento de directivos, colegas y familias, cuya confianza nos impulsó a asumir el compromiso y realizar el esfuerzo.

Para los adultos, la ausencia de una lingua franca no obstaculizó el entendimiento mutuo. La emoción y el entusiasmo durante el encuentro superaron toda barrera lingüística, social y cultural. El tema de estudio fue Currency (el dinero), pero la moneda corriente fue la experiencia compartida que permanecerá por siempre acuñada en la memoria y el corazón.

Esperamos sus comentarios, inquietudes y aportes sobre esta experiencia y sobre experiencias propias similares para seguir aprendiendo en comunidad.


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