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Informaciones falsas en la red: de la desinformación a la educación digital reflexiva – Primera entrega

La educación en línea en tiempos de Coronavirus – Parte 38

Por María Florencia Gómez

Nuevas formas de aprender y la desinformación: algunas definiciones

Las informaciones falsas en la red forman parte de un ecosistema complejo de información que exige analizar tres elementos: a) los diferentes tipos de contenidos creados y compartidos; b) las motivaciones de las personas detrás de este contenido; y c) los modos de distribución de este contenido (Wardle, 2017) y su potencial viralización en las redes sociales.

Las informaciones falsas son narraciones que se construyen sobre afirmaciones virales y rumores exagerados; estas también forman parte de informes engañosos y avisos digitales, cargados de errores ortográficos y con una edicióna veces—de mala calidad, distribuidas como noticias o publicidad por correo electrónico, en páginas web y en redes sociales. A lo largo de estos años han recibido diferentes nombres “fake news” o noticias falsas, “hoax” o bulos (falsas alarmas), cadenas falsas, propagandas o simplemente desinformación

Según Claire Wardle (2017), en su publicación para la organización First Draft, la información falseada puede clasificarse como:

1. Sátira o parodia, cuya finalidad es entretener y no pretende causar daño o engaño en sí mismo;

2. Contenido engañoso, donde la información falseada se utiliza para incriminar a alguien o algo.

3. Contenido impostor, es la información engañosa creada para suplantar a fuentes genuinas.

4. Contenido fabricado, es un tipo de contenido nuevo, predominantemente falso, diseñado especialmente para engañar y perjudicar.

5. Conexión falsa, es decir, los titulares, imágenes o leyendas no confirman el contenido del texto leído.

6. Contexto falso, se produce cuando el contenido real de una información se difunde con información de contexto falsa.

7. Contenido manipulado, se manifiesta cuando información o imágenes genuinas se manipulan con el fin de engañar.

La finalidad de estas publicaciones falsas y titulares llamativos es producir emociones encontradas e indignación, lo que colabora en aumentar el tráfico en los sitios web que los contienen y, en consecuencia, generar dinero cada vez que alguien ingresa a la noticia falsa o sumar muchos “Me Gusta” o reproducciones en ciertas redes sociales. Pueden contener enlaces a sitios web que simulan ser páginas web de empresas conocidas y formularios en línea o archivos descargables, algunos de los cuales contienen estrategias para robar información personal del usuario desprevenido. Además, los editores de noticias falsas y memes engañosos se aprovechan de los problemas religiosos, sociales, políticos o económicos de un país o región e incluso hacen uso de algunas ideas previas de sus potenciales consumidores, a las que exageran y mezclan con otras ideas disparatadas para crear teorías ingenuas explicativas de la realidad social y local. Con sus contenidos malintencionados suelen afectar a personalidades reconocidas o a personas comunes, empresas y organizaciones (públicas o privadas) e incluso localidades y ciudades.

Desde los sitios especializados en ciberseguridad y las organizaciones de verificaciones de datos ya hace tiempo sugieren eliminar todas estas noticias ficticias, falsas cadenas y memes dudosos cuando llegan a las bandejas de entrada del correo electrónico o a la sección de noticias en redes sociales, pero hoy en día estos relatos engañosos se han reciclado a través del uso de imágenes de hechos que ya han sucedido y de fotografías de personas reales, como del armado de sitios web que parecen avalar la información contenida.

A continuación, se encuentra una entrevista al periodista Marc Amorós García para introducirse en el tema de las noticias falsas y la desinformación.

Ingresa en este enlace: Entrevista a Marc Amorós García en el programa La aventura del saber.

Para finalizar esta primera parte, me interesa recordar que uno de los aspectos centrales de la alfabetización mediática e informacional es combatir la desinformación y la infodemia a través de la educación e inclusión digital y del acceso público a la información. En el contexto escolar se ejercitan las competencias cognitivas como son el análisis de la información e imágenes, la búsqueda de datos contenidos en este tipo de publicaciones, la comparación de diferentes fuentes de información y la reflexión sobre los contenidos que transmiten todas las narrativas digitales engañosas.

En la siguiente parte de este tema del mes, revisaré algunas de las recomendaciones dadas por los especialistas para identificar la información falsa en la red. Los invito, entonces, a dejar sus comentarios en esta y en las siguientes publicaciones y a reflexionar sobre estos temas actuales con los siguientes enlaces:

Bibliografía de consulta:

Eugene Kiely & Lori Robertson (2016, 18 de noviembre) Publicación “Cómo detectar noticias falsas” (en inglés). Artículo publicado en: https://www.factcheck.org/2016/11/how-to-spot-fake-news/

Entrevista a Olivia Sohr (2020) “Tenemos grandes retos en cuanto a la desinformación”: http://www.aikaeducacion.com/entrevistas/olivia-sohr-tenemos-grandes-retos-en-cuanto-a-la-desinformacion/

Claire Wardle (2017, 17 de marzo). “Noticias falsas, la complejidad de la desinformación”. Artículo publicado en First Draft (en francés) https://firstdraftnews.org/latest/fake-news-la-complexite-de-la-desinformation/

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