Seguimiento Farmacoterapéutico mediante parámetros bioquímicos

Autor: Juan Alice

El seguimiento farmacoterapéutico constituye una actividad básica del ejercicio profesional farmacéutico. El mismo es esencial en un gran número de pacientes que son tratados de manera crónica para diversas patologías en la cuales es relevante detectar y prevenir tanto la aparición de efectos adversos, como la falla de eficacia terapéutica. Estas situaciones están directamente ligadas a la variabilidad entre pacientes, la cual puede estar ligada a interacción de la molécula con el organismo como el metabolismo, o distribución, la dieta e incluso la genética del paciente, entre otros mecanismos. El equipo de salud dispone de un conjunto de signos y síntomas que, según la patología, permiten realizar el seguimiento de la terapia en cada paciente en particular.

La asignatura, cuyo nombre se consigna en el título de esta nota, busca introducir al estudiante de farmacia en la relevancia de los parámetros bioquímicos como un tipo de signo a emplear en el monitoreo de los tratamientos farmacológicos, focalizándose en la utilización de los mismos para garantizar eficacia, evitar toxicidades debía a los fármacos, e individualización de la posología mediante la evaluación de susceptibilidades personales, ya sean estas innatas o adquiridas. Se destaca además el carácter anticipatorio de los parámetros bioquímicos, como herramienta que antecede a la sintomatología severa y que permite prevenir desencadenantes de gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. Desde el cuerpo docente, consideramos que el manejo de estos parámetros por parte de los estudiantes y futuros profesionales de Farmacia es fundamental para mejorar su interacción en el equipo de salud, pudiendo brindar un asesoramiento más complejo al equipo tratante.

La asignatura está dividida por cuestiones académicas en dos unidades, una primera se centra en parámetros bioquímicos de utilidad transversal al tratamiento de distintas patologías, es decir no específicos de una patología puntual. Se focaliza en la variabilidad ínter e intraindividual en la respuesta a los tratamientos. Abarca temáticas como monitoreo de concentraciones plasmáticas terapéuticas, farmacogenómica y la utilización de parámetros bioquímicos para el ajuste de posología en pacientes con deficiencias adquiridas en la función hepática y renal como principales órganos depuradores.

La segunda unidad trabaja sobre parámetros bioquímicos específicos asociados al seguimiento de tratamientos de patologías específicas como la diabetes, la infección por VIH, las dislipemias y la terapia anticoagulante. En un segundo bloque, nos centramos en los parámetros bioquímicos que permiten la detección temprana de toxicidades generales, como la hepática, renal y de células derivadas de médula ósea.

Cada clase se divide en dos tramos, el desarrollo de una breve teoría introductoria y luego una discusión grupal de casos y ensayos clínicos, en el cual los estudiantes debaten sobre  la necesidad o no de incorporar un parámetro bioquímico como parte del seguimiento terapéutico, teniendo en cuenta no solo el potencial beneficio del nuevo parámetros, sino también que cada evaluación adicional es un costo que se suma a sistema sanitario, y muchas veces es un día más que el paciente debe volver al centro de salud.

El foco de la materia no es un contenido memorístico, sino que se centra en brindar las herramientas necesarias para entender la relevancia de los parámetros bioquímicos en el seguimiento terapéutico, sumando un punto de interacción con otros profesionales del equipo de salud.

Nota: Esta es una materia optativa del plan de carrera de Farmacia de la Universidad Nacional de La Plata, con una carga horaria de 4 h semanales durante 16 semanas pero también puede accederse como Curso de postgrado con la entrega de la certificación correspondiente.

Seguimiento Farmacoterapéutico en Argentina: experiencia en farmacia comunitaria

“Primum non nocere”.
Hipócrates de Cos, 460 – 377 a.C.

El Seguimiento Farmacoterapéutico es parte de la Atención Farmacéutica, concepto que involucra al farmacéutico como responsable del tratamiento farmacológico del paciente y como una parte fundamental en la satisfacción de sus necesidades.

Lo que en ciertas ocasiones interfiere con la evolución deseada es la falta de información y seguimiento recibida por parte del profesional prescriptor. Esto suele ocurrir principalmente (aunque no siempre) entre los adultos mayores polimedicados debido a la dificultad para acordar una cita con el médico y a las demás adversidades planteadas en mi anterior nota, publicada en este blog, “Atención Farmacéutica: ¿Hacia dónde vamos?”.

Estas problemáticas quedan expuestas en la farmacia oficinal, en el momento en que el paciente concurre a retirar su medicación. Partiendo de esta situación, el farmacéutico es capaz de intervenir y accionar brindando apoyo asistencial, lo que le da otro carácter a la farmacia de la comunidad.

Por un lado, puede actuar en el momento de la dispensa, brindando información acerca de la acción del fármaco que está siendo solicitado, de su posología, efectos indeseables, interacciones, etc., así como también en la resolución de cualquier inquietud que se presente (incluso si no se solicita la ayuda expresamente). La educación sanitaria es, también en este aspecto, sumamente importante ya que son estas acciones cotidianas las que finalmente facilitan el acercamiento y logran afianzar el vínculo.

Otro punto de intervención se da en aquellos casos en los que el paciente expresa tener algún problema relacionado con los medicamentos (PRM), requiere de un seguimiento más exhaustivo o de mayor confidencialidad, o cuando no se cuenta con el tiempo suficiente para brindar información desde el mostrador. En estos casos, se puede acordar una entrevista personalizada con el objetivo de detectar, prevenir y resolver los PRM mediante un proceso de asistencia al paciente. Éste involucra una serie de pasos en los que se recopila información para llegar a una resolución.

Si bien la experiencia de dos meses fue llevada a cabo en una farmacia de barrio, donde existe una mayor cercanía y relación farmacéutico-paciente, así como también un mayor porcentaje de pacientes fieles, rápidamente se generó un fenómeno de difusión de boca en boca que terminó involucrando a pacientes no habituales de la farmacia. En otras palabras, personas que no concurren a retirar su medicación al establecimiento, pero que se acercaron, atraídos por la novedosa prestación, buscando satisfacer una necesidad no satisfecha.

En el marco de distanciamiento social, las entrevistas se realizaron mediante comu-nicación telefónica. En primer lugar, se realizó un análisis de situación y se elaboró el perfil farmacoterapéutico de cada persona, se evaluaron el grado de cumplimiento y la incidencia de los hábitos de vida en el tratamiento farmacológico. Los datos recolectados se volcaron en una ficha confeccionada para este fin, que incluía nombre, edad, sexo, ocupación, antecedentes familiares, reacciones adversas a medicamentos/alergias/intolerancias y otros factores de interés que pudieran incidir sobre el estado de salud del paciente o sobre su tratamiento (datos sobre el peso, operaciones, enfermedades crónicas, función renal, función hepática, etc.).

Posteriormente, y habiendo finalizado la entrevista, se evaluaron el perfil farmaco-terapéutico, los efectos indeseables de cada uno de los medicamentos en las dosis administradas y sus posibles interacciones. También se estudió la posibilidad de que existiera una pérdida de efectividad.

Después del análisis individual de cada uno de los casos clínicos recopilados se llegó a una resolución que se informó mediante una segunda comunicación en la que además se establecieron las pautas para alcanzar los objetivos terapéuticos, resolver los problemas existentes y prevenirlos en un futuro. Finalmente, se realizó una evaluación del seguimiento en la que se registró la evolución del paciente y su progresión hacia la consecución de sus objetivos.

En cada caso, la intervención fue diferente. En ocasiones, se recomendó la visita al médico para que evalúe el inicio de un nuevo tratamiento, un ajuste de dosis o la suspensión de una determinada medicación, entre otras medidas pertinentes. Otras recomendaciones incluyeron mejorar la organización de la toma de la medicación y realizar una notificación de los efectos adversos presentados a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) a través de un reporte de Farmacovigilancia.

Se consideraron resueltos aquellos casos en los que las medidas informadas a través de la intervención fueron efectivas en la eliminación/reducción de los problemas existentes y sus riesgos.

Si bien requiere tiempo estudiar un número considerable de pacientes, en más de la mitad de los casos analizados se observó una evolución del paciente hacia los objetivos terapéuticos planteados al inicio del estudio. Por esta razón, la asistencia farmacéutica personalizada resultaría efectiva en la reducción de los PRM asociados a los tratamientos farmacológicos.

La principal dificultad presentada con respecto al diseño de la investigación es que no se puede asegurar que los cambios apreciados sean debidos a la propia intervención o a otros factores no controlados. Éstos podrían ser respuestas inducidas por el conocimiento de los participantes que saben que están siendo estudiados, causas de la mejoría observada no derivadas de la intervención, otras intervenciones, entre otros.

Sin embargo, resulta curioso y de gran interés el incremento de potencial asistencial que se observó a lo largo de los meses, a pesar de haberse registrado una pequeña tasa de abandonos. No obstante, aún más llamativo resulta el hecho de que ésta fue superada por la tasa de pacientes solicitantes del nuevo servicio.

En un principio, la clave está en animarse a ofrecerlo, fundamentalmente acercándonos desde la escucha activa y el establecimiento de un intercambio, independien-temente de la demanda. Se sorprenderán al ver el impacto que genera.

Por otro lado, estos resultados invitan a continuar incursionando en este terreno que, prácticamente, no ha sido muy explorado en nuestra región e instan a perpetuar tanto el trabajo como la investigación, no sólo como farmacéuticos sino también en colaboración con otros colegas sanitarios con los que nos une el arte de curar y de abogar por la salud y por la vida; fundamentalmente, desde el principio de primero no dañar.

¿Qué es el Seguimiento Fármaco Terapéutico (SFT)?

Mucho se habla en los claustros docentes de las Universidades de Farmacia sobre el Seguimiento Farmacoterapéutico (SFT), su metodología de trabajo, sus objetivos y esencialmente lo que significa este tipo de servicio para todos los pacientes. Por lo tanto es muy normal que los farmacéuticos recién graduados egresen de dichas universidades con los conceptos claros sobre esta práctica profesional.

Pero si preguntáramos sobre él, en los pacientes atendidos dentro de nuestras far-macias oficinales, tal vez encontremos muy pocos que puedan explicar que se trata de una prestación que se comienza a ofrecer pero que no está lo suficientemente difundida.

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